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Preocupación por la peste porcina en España: encuentran “una cincuentena” de jabalíes muertos en la zona delimitada por el brote en Barcelona

Los jabalíes, bajo vigilancia en Barcelona por la peste porcina. Europa Press
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Crece la preocupación por la peste porcina en España. Los efectivos que se encuentran trabajando sobre el terreno en el entorno de Collserola, Barcelona, para analizar el alcance de la situación y tratar de contener la expansión de la enfermedad han detectado una cincuentena jabalíes muertos dentro de la zona delimitada. Por ahora, los casos confirmados de peste porcina se mantienen en nueve, todos en la misma zona de Barcelona, pero los nuevos hallazgos hacen temer que la cifra se eleve, a la espera de los análisis biológicos.

“Hemos encontrado una cincuentena de animales muertos, pero lo que no sabemos es la analítica -para determinar si estaban contagiados-, aunque lo importante es que todos los positivos confirmados hasta ahora, –nueve–, son de esta zona confinada", ha dicho el inspector jefe de los Agentes Rurales de la Generalitat, Josep Antoni Mur.

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Ante la situación, más de 400 efectivos, entre agentes rurales, policía y militares de la UME, entre otros cuerpos, siguen trabajando en el lugar, peinando la zona de vigilancia de 6 kilómetros a la redonda del lugar en el que se encontraron los primeros casos, los cuales fueron comunicados el pasado viernes en la zona de Bellatera y dentro del término municipal de Cerdanyola del Vallès, en Barcelona.

Realizando batidas en busca de cadáveres de estos animales durante el día, para después extraer muestras biológicas de forma segura, en los trabajos realizados emplean incluso drones con visión nocturna y térmica. Todo con el objetivo de mantener el perímetro desde el objetivo de que ningún patógeno del virus salga de la zona infectada.

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En esa línea, los efectivos  han hecho una prospección por cuadrículas de 300 metros cuadrados, asignadas cada una de ellas a una unidad, en una zona boscosa que está situada entre las autovías C-58, AP-7 y C-16.

In situ, intentan contener a los animales con barreras químicas (repelentes) en pasos de fauna y, desde hace dos días, también físicas en pasos subterráneos (por debajo de las autovías), mientras que los Mossos controlan los puentes por encima de las carreteras.

Preparados para aplicar sistemas de trampas de captura masiva

Ante la evolución de la situación, el inspector jefe de los Agentes Rurales de la Generalitat, Josep Antoni Mur, ha señalado que en estos momentos están a la espera de las indicaciones de los técnicos de la Comisión Europea y del Ministerio de Agricultura desplazados a la zona para que concreten los métodos para el sacrificio y la captura de los animales, como parte del protocolo que se ha puesto en marcha para poner freno a la peste porcina.

"Tenemos recorridos preparados y sistemas de trampas de captura masiva, pero nos tienen que decir dónde utilizarlas y qué métodos se pueden usar para el sacrificio", ha dicho Mur.

A ese respecto, ha precisado que "hasta el momento no se han hecho capturas, sino que solo se ha barrido el terreno para detectar cadáveres y para ver si son positivos o no", algo que debe confirmar el laboratorio de referencia del Ministerio de Agricultura.

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Por el momento, ha reiterado, ha sido “una cincuentena” de animales muertos los que se han detectado dentro de la zona de vigilancia de 6 kilómetros, sobre una población de jabalíes que podría rondar el millar en el junto de la zona de Collserola, según Mur.

Ante la situación, que no deja de preocupar especialmente al sector porcino, temeroso también del impacto económico que pueda suponer, siendo España uno de los principales exportadores de productos del cerdo, la vigilancia no deja de intensificarse. Según el inspector jefe de los Agentes Ruales, “el peor escenario” es que la peste saliera por el norte en dirección a Matadepera (Barcelona), porque desde ahí penetraría al centro de Cataluña. Si, por el contrario, se expandiese hacia el sur, explica que sería menos problemático porque allí están la ciudad de Barcelona y el mar, que actuarían como barreras.