Vigila tus riñones: con el calor que viene aumentan los cólicos nefríticos

Cristina Abel 09/06/2018 08:57

Las probabilidades de padecer estas patologías es superior en climas calurosos, por ese motivo en las consultas de los nefrólogos es habitual que en primavera y en verano se produzca un pico de incidencia de estos problemas médicos, sobre todo en hombres de entre 30 y 50 años con antecedentes familiares de nefrolitiasis.

"Es más frecuente la aparición de cólicos de riñón en verano, quizá por fenómenos de deshidratación –si no tenemos una ingesta adecuada de líquidos, las temperaturas altas obligan al riñón a guardar líquidos y, por lo tanto, la orina está más sobre saturada y favorece la aparición de estos episodios”, señala Carmen González, jefe de Servicio Corporativo Urología del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz.

La Federación Nacional de Asociaciones ALCER acaba de poner en marcha una campaña para sensibilizar a la población de la importancia de tomar medidas para prevenir los cálculos en el riñón. En su página web se pueden consultar dudas y las medidas para evitar los cólicos nefríticos y, tal y como advierten, hay que poner especial cuidado en los meses de verano y cuando se realizar ejercicio físico. Solo un dato, durante un partido de fútbol podemos llegar a perder tres litros de agua corporal a través del sudor.

Lo primero y más importante es mantener nuestro organismo bien hidratado. Mantener un estilo de vida saludable es primordial, sobre todo en personas que padecen de hipertensión y diabetes. Si no quieres terminar en una máquina de diálisis o formar parte de la lista de trasplantes de riñón, es esencial no olvidar la botella de agua. "Aconsejamos la ingesta líquida, estoy hablando de agua, se haga en pequeñas cantidades para tener una buena hidratación a lo largo de todo el día”, añade la especialista.

Nada de reflescos

Esa cantidad debería aumentar un litro más los días de mayores temperaturas porque parte del líquido de nuestro organismo desaparece por el sudor. Según los expertos, es mejor que el agua sea de baja mineralización y, por supuesto, desaconsejan la ingesta de aguas carbonatadas. El color de nuestra orina debe ser de un tono amarillo claro, cuanto más oscura sea, más probabilidades tendremos de padecer un episodio de litiasis.

Los expertos desaconsejan el consumo de refrescos, como las bebidas de cola y tampoco abusar del té ni del café. Sin embargo, el consumo de infusiones de herniarina nos ayuda a aumentar las micciones por sus características diuréticas. Es más, en la cultura popular se la conoce como ‘rompe-piedras’. Los médicos también nos recomienda tomar zumos de frutas frescas, como la naranja, la mandarina, la manzana, la sandía y el melón –estos dos últimos productos de temporada– , pero nunca contabilizarlos como sustitutos de los dos litros y medio de agua recomendables.

La obesidad es un mal que se extiende cada vez más en las sociedades modernas por el sedentarismo, pero que tiene graves consecuencias para la salud, también para el funcionamiento de nuestros riñones. La dieta deberá ser sana y equilibrada, con un mayor consumo de frutas y verduras y la reducción de carne, sal, frutos secos y chocolate.

Los síntomas más habituales de la nefroliatiasis son el dolor lumbar agudo, la presencia de hematuria en la orina, infección en la zona baja del aparato urinario y en los casos más graves, fiebre. Si tienes todas estas molestias no dudes en acudir al médico y, si el episodio es agudo, acudir a las urgencias para que los nefrólogos pongan el tratamiento adecuado y descarten la presencia de cálculos o arena en tus riñones. Prevenir es salud, no lo olvides.