Un estudio realizado por investigadores de la Universidad Johns Hopkins ha revelado que las personas que realizan nuevas dietas como el ayuno intermitente pueden estar siendo beneficiosas, además, de para perder peso porque agregan años de vida.
Existen varios tipos de dietas de ayuno intermitente, pero la mayoría implica limitar la ingesta de alimentos solo una vez cada 8 horas o no comer durante dos días a la semana. El profesor Mark Mattson, neurocientífico, ha estudiado los efectos de la dieta durante más de dos décadas (y la ha estado practicando durante 20 años).
"Estamos en un punto de transición en el que pronto podríamos considerar agregar información sobre el ayuno intermitente a los planes de estudio de la escuela de medicina junto con consejos estándar sobre dietas saludables y ejercicio", dijo Mattson a SWNS.
Sus hallazgos, han sido publicados en el New England Journal of Medicine. Muestran que el ayuno puede desencadenar un "cambio metabólico" y una adaptación evolutiva. Los estudios muestran que, además de ayudar con el metabolismo, el ayuno también se ha relacionado con una disminución de la presión arterial, el colesterol y la frecuencia cardíaca en reposo. También puede ayudar a controlar los niveles de azúcar en la sangre, aumentar la resistencia al estrés y suprimir la inflamación.
"Los pacientes deben ser advertidos de que sentirse hambrientos e irritables es común inicialmente y generalmente pasa después de dos semanas a un mes a medida que el cuerpo y el cerebro se acostumbran al nuevo hábito", ha explicado Mattson.