Pueden aparecer en la piel de brazos, piernas, tobillos, muñecas… Prácticamente cualquier parte de nuestro cuerpo es susceptible de ser invadida por unas manchitas o puntitos blancos misteriosos que, a pesar de no doler ni picar, pueden alarmarnos. Esta afección que padecen muchas personas se llama hipomelanosis idiopática en gotas y está relacionada con la exposición al sol.
Las manchas blancas suelen aparecer al final del verano, especialmente en las mujeres de piel clara, aunque son más evidentes cuando estamos morenos. Lo que realmente significan estos puntitos es que nuestra piel está sufriendo las lesiones de los rayos UV después de muchos años de exposición al sol. Siempre se dice que “la piel tiene memoria”, y esta afección es un reflejo de ello.
Por tanto, serán más probables cuanta más edad tengamos y más nos expongamos al sol. Lo que ocurre es que nuestra piel pierde capacidad de pigmentarse de manera homogénea, por eso es frecuente que con los años vayan apareciendo cada vez más puntos.
No es grave. De hecho, no causa mayor perjuicio que el estético. Para combatirlas y que desaparezcan no existe un tratamiento exacto. “Tópicamente se pueden emplear los corticoides, los inhibidores de la calcineurina (pimecrólimus) y/o los retinoides (tretinoína, derivado de la vitamina A)”, comenta en el blog de su clínica ‘Corium Dermatology’ el doctor Dídac Barco.
En cuanto a métodos quirúrgicos, se aplica “la dermoabrasión, la crioterapia o los microinjertos cutáneos”, aunque cada vez se está estudiando más la eficacia del láser para los casos de hipomelanosis idiopática en gotas.
En todo caso, lo mejor es prevenir usando la correcta protección solar y evitando la exposición prolongada al sol.