Las consecuencias del maltrato psicológico, la violencia invisible

  • Es la violencia más difícil de detectar porque no deja marcas físicas

  • Sus efectos pueden ser duraderos, e incluso acompañar a la víctima a lo largo de toda su vida

  • La baja autoestima, el estrés, la depresión, la culpabilidad o las ideas suicidas son comunes

El maltrato psicológico es el que más sufren las víctimas de violencia machista y, normalmente, es el primero en aparecer en una relación de abusos que, probablemente, derive después en una violencia física. Es un maltrato que no deja marcas visibles, no en vano se le conoce como la violencia invisible. Pero sus efectos pueden ser devastadores, ya que minan la personalidad de la víctima, su autoestima, la anulan como persona y la someten a su agresor.

El maltrato psicológico es muy difícil de reconocer por terceras personas, ya que sus heridas no son visibles a simple vista. Además de aparecer en los caso de violencia de género, el maltrato psicológico puede darse en otros ámbitos de violencia: la familia, la escuela (bullying), el trabajo (mobbing)... Pero independientemente de dónde se manifieste sus efectos pueden ser muy duraderos, e incluso acompañar a la víctima a lo largo de toda su vida y requerir de la ayuda de profesionales de la salud mental.

Pero, aunque sea difícil de detectar, hay señales que pueden avisarnos de que nosotros, o alguien cercano, está sufriendo este tipo de maltrato psicológico, según han demostrado distintos estudios publicados en Journal of Emotional Abuse.

Baja autoestima

Entre las principales consecuencias psicológicas de este tipo de maltrato destaca la baja autoestima de la víctima. Aunque en muchas ocasiones la baja autoestima llega a ser el detonador de este tipo de maltrato, ya que se puede manifestar una gran dependencia emocional cuando la personas se valora a sí misma de manera negativa, la autoestima baja también es una consecuencia del propio maltrato.

Los maltratadores suelen centrarse en atacar las debilidades de la víctima. Es común que el maltratador repita constantemente que la víctima "no vale nada".

Ansiedad

Diversos estudios han determinado que las personas que sufren maltrato psíquico presentan altos niveles de ansiedad y estrés post-traumático. Gran parte de la manifestación de esta sintomatología tiene su raíz en la negación de la realidad por parte de la víctima.

Síntomas depresivos

La baja autoestima y la situación de estrés traumático en el que se encuentran las víctimas suele derivar en cuadros agudos de depresión. Las víctimas suelen vivir completamente aisladas socialmente, experimentando una auténtica soledad. Un escenario abonado para la depresión.

Sentimientos de culpa e indefensión

Al tener anulada su autoestima, es frecuente que la víctima se eche la culpa a sí misma de la situación por la que está pasando. Además, normalmente el maltrato psicológico y verbal del maltratador suele conducir a este estado. Es frecuente que el maltratador siempre culpe a la víctima de sus propias agresiones. Este es un síntoma que suele darse, incluso, para culparse de las agresiones físicas recibidas.

Estrés crónico e irritabilidad

Algunas personas que sufren este tipo de maltrato psicológico pueden presentar episodios de ira esporádicos e incluso que estos se conviertan en episodios habituales en su vida cotidiana. El estado de estrés crónico que sufren puede hacer que la actitud violenta sea una contante en su vida, sobre todo si la violencia psicológica se ha sufrido en edades muy tempranas.

Ideas suicidas

En los casos más graves, las víctimas de violencia psicológica pueden llegar a pensar en el suicidio como el único camino para escapar de la situación en la que se encuentran.