Sudor, el amigo incómodo del verano: trucos mantener su compañía excesiva en secreto

eltiempohoy.es 11/08/2018 09:08

Es una pesadilla. Suben las temperaturas y desde primera hora de la mañana ya tienes la sensación de haber corrido una maratón. Sudas de la cabeza a los pies y esto no hay quien lo pare porque a lo largo del día va a más. Es posible que estés cometiendo algunos errores, pero con la ropa correcta y algunos trucos puedes evitar o, al menos, reducir la sudoración en los días más tórridos de todo el verano.

La temperatura correcta del agua en la ducha

Cuando hace mucho calor, la reacción natural es tomar una ducha de agua fría. Error. Hay que tener en cuenta que el cuerpo tiene la capacidad de autorregular su temperatura para mantener los órganos internos en torno a los 37 grados centígrados. Si haces que esa temperatura baje de manera brusca, tras esa duchita refrescante el organismo se pone a trabajar para recuperar su temperatura óptima. Un gasto de energía que te pondrá a sudar en cuestión de segundos. Lo ideal es pegarse una ducha de agua tibia.

Ten cuidado con lo que bebes

Es fundamental mantener el cuerpo hidratado, pero también es importante saber qué tienes que beber. Tomar agua es la mejor manera de regular la temperatura corporal, aunque se puede sustituir por otros líquidos siempre que no contengan azúcar o alcohol. En cuanto a la temperatura, no es muy recomendable tomar bebidas heladas ya que el efecto que provoca es, momentáneamente, una bajada brusca de la temperatura corporal, pero pone en marcha el mecanismo de autorregulación térmica. Es decir, comienza un gasto energético que te hará sudar de nuevo.

Y con lo que comes

Si no quieres sudar la gota gorda, evita las carnes rojas, los alimentos grasos, las especias que suben la temperatura corporal como cayena, jengibre o pimienta y los alimentos ricos en yodo como el brócoli, el ajo o la cebolla. Por el contrario, es recomendable aumentar la ingesta de alimentos astringentes como el té, el limón o el tomate.

La ropa, amiga o enemiga

No es sólo la ropa que te pones, es importante de qué está hecha esa ropa. Aunque elijas prendas aparentemente fresca (camisetas de tirantes, pantalones cortos, vestidos fluidos, faldas vaporosas…) es fundamental que el tejido sea transpirable. Evita los materiales sintéticos y de algodón, que retienen el sudor, y opta por los de hilo, polyester o nylon, que tienen la capacidad de expulsarlo. En cuanto al calzado, los de lona, cuero o esparto son excelentes elecciones.

Recógete el pelo

Cuando hace mucho calor, recogerte el cabello es un acto reflejo. Lo cierto es que las capas de cabello que caen sobre tu cuello y tu espalda evitan la pérdida de calor corporal y provocan un exceso de sudoración tanto en la cabeza, como en la nuca y el cuello, por eso es habitual hacer una visita a la peluquería antes del verano, especialmente cuando se trata de niños. Además, cuando te sobra todo también el cabello se convierte en una molestia.

Aplica bien el desodorante

Si a pesar de todo necesitas una ayuda extra, elige un desodorante antitranspirante y aplícalo adecuadamente. Muchos expertos están de acuerdo en que el mejor momento para aplicar el desodorante no es por la mañana tras la ducha, sino por la noche sobre la piel seca para que el producto tenga tiempo de llegar a las glándulas sudoríparas y neutralizar el origen del problema. Si no puedes pasar sin él durante el día repite la operación tras la ducha matutina, pero no olvides secar bien la piel antes de aplicarte el desodorante ya la humedad actúa como una barrera y su eficacia se verá reducida.