Tortícolis, qué es y cómo evitar sus molestias con unos sencillos consejos
La tortícolis es una contracción muscular prolongada en el cuello
Es recomendable evitar malas posturas, sobre todo a la hora de dormir
Es recomendable aplicar técnicas de relajación o estiramientos
Los confinamientos y las malas posiciones, además de nuestro modo de vida sedentario, son la causa del dolor cervical, tan frecuente en estos tiempos. Se calcula que siete de cada diez personas lo padecen en algún momento de su vida. Y, a veces, esas molestias cervicales derivan en tortícolis. Esto es una contracción muscular prolongada en el cuello que impide que este se mueva con normalidad, provocando mucho dolor.
El dolor muscular puede subir a la cabeza o bajar al hombro o espalda. En bebés y niños suele resultar sencillo de tratar. En caso de volverse crónica, puede presentar entumecimiento y hormigueo, por la presión sobre las raíces nerviosas en el cuello. Los síntomas que presenta suelen ser fáciles de detectar, entre otros podemos apreciar:
- Movimiento limitado en la zona del cuello
- Dolor de cabeza
- Dolor cervical
- Temblor de la cabeza
- Rigidez del músculo esternocleidomastoideo
- Postura anormal de la cabeza
- Hombro que está más alto que el otro
Principales causas de la tortícolis
- Por motivos genéticos (de forma hereditaria)
- Problemas en el sistema nervioso, la parte superior de la columna o los músculos
- Por una mala postura o movimiento brusco que cause una lesión muscular
- Otros factores a valorar pueden ser el estrés y la fatiga
- En caso de tortícolis al momento del nacimiento, puede ser debida a una posición incorrecta de la cabeza del bebé mientras crecía en el útero o si los músculos o el suministro sanguíneo hacia el cuello estaban lesionados.
Cómo prevenir y tratar la tortícolis
No hay una manera definitiva de prevenir la tortícolis pero es recomendable evitar malas posturas, sobre todo a la hora de dormir o realizar ciertas actividades cotidianas. También cabe destacar algunas técnicas de relajación o estiramientos en la zona cervical, que pueden reducir las probabilidades de padecer tortícolis. Finalmente, una pronta detección puede evitar que empeore.
- Aplicar calor, masajes o tracción cervical
Esto puede aliviar el dolor de cabeza y cuello. El calor permite relajar la musculatura, por lo que la contractura se aliviará y reducirá el dolor. Si es posible, aplicar paños calientes o una almohadilla eléctrica dos o tres veces al día durante 15 minutos. Una buena ducha de agua caliente también es muy efectiva para paliar los dolores.
- Prestar atención a la almohada