Análisis de la liberación de patentes sobre las vacunas contra el coronavirus: ventajas y desventajas

  • Cada dosis de vacuna está sujeta a derechos de propiedad

  • El sector farmacéutico está en contra porque dañaría su modelo de negocio

  • La OMS pide que se lleve a cabo para aumentar la producción de vacunas

El Gobierno de Estados Unidos ha apoyado la suspensión de las protecciones de la propiedad intelectual de las vacunas contra el Covid-19 con el fin de combatir la pandemia con mayor eficacia. Una noticia bomba que dieron a conocer este miércoles y que ya está dando la vuelta al mundo por la importancia que esto puede tener en la lucha contra el virus.

Horas después del anuncio, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha asegurado este jueves que la Unión Europea también está "dispuesta a discutir" la idea de levantar de manera temporal la protección que ofrecen las patentes sobre las vacunas desarrolladas contra el coronavirus, una iniciativa a la que los Veintisiete se han resistido hasta ahora pero que el miércoles respaldó Washington.

Cada dosis de vacuna está sujeta a derechos de propiedad, patentes, de quienes las han desarrollado y fabricado. Un blindaje que se cuestiona en situaciones de crisis de salud global como la actual. Esta propuesta supondría suspender temporalmente, quizá hasta el fin de la pandemia, los derechos de patente de estos productos, que se contemplan en el llamado Acuerdo sobre los Aspectos de los Derechos de Propiedad Intelectual relacionados con el Comercio (TRIPS por sus siglas en inglés).

El TRIPS, firmado en 1994, está incluido en el acuerdo general que fundó la OMC en 1995 y su suspensión significaría en la práctica que las fórmulas de fabricación de los distintos fármacos contra la COVID-19 pueden copiarse libremente, sin necesidad de compensar por ello a las productoras originales.

Pros de la liberación de patentes

El apoyo de EEUU a una suspensión de las patentes sobre las vacunas contra la COVID, que ha generado esperanza en el combate a la pandemia pero también críticas del sector farmacéutico, significa el visto bueno a una propuesta presentada en octubre por la India y Sudáfrica ante la Organización Mundial del Comercio (OMC).

La principal ventaja de esta medida es que el país que emite la licencia obligatoria no depende del titular de la patente para producir el número de unidades que quiera de la vacuna; si no tiene capacidad de producción, pero solicita que una empresa exterior lo haga, lógicamente la cosa se complica.

Liberalizar la vacuna supondría la fabricación de 60 millones de dosis diarias frente a las 12 actuales. Los países que piden la eliminación de las patentes de las vacunas afirman que esto permitiría que los países más pobres, con un acceso a los compuestos muy limitado, podrían producir ellos mismos las dosis y así inmunizar a su población. Una de cada dos personas está vacunada en gran parte de Occidente, pero menos de 1 de cada 100 en el África subsahariana.

Para la OMS, esta liberación es la clave para combatir la pandemia, como afirma su director general Tedros Adhanom Ghebreyesus: "La suspensión temporal de las patentes de las vacunas sería muy importante. Damos las gracias a Sudáfrica e India por proponerlo. Esperamos que más países se unan para que esto sea una realidad. Si no vamos a usar ahora todas las herramientas, ¿cuándo? Esto es algo que no tiene precedentes. Esperamos que todos los líderes estén de acuerdo en usar todas las opciones para aumentar la producción de vacunas cuanto antes. Esperamos que se tome una decisión pronto. La provisión para la suspensión temporal de patentes se diseñó para esto".

Contras de esta medida

Por el lado contrario, también hay quienes están en contra de esta liberación. El tema económico está detrás de la principal razón del sector farmacéutico, que se opone totalmente porque considera que podría dañar su modelo de negocio. Además, alega que no solucionará los problemas de distribución a corto plazo porque se necesitan medios y conocimientos técnicos muy específicos para producir las vacunas anticovid.

El presidente de Farmaindustria, Juan López-Belmonte, defiende que suspender las patentes de las vacunas contra la covid19 "no va a solucionar el problema de producción" de dosis a nivel mundial ni la falta de acceso equitativo. "Que se plantee anular las patentes no va a resolver el problema de la producción. Es un problema distinto donde hay que ser realistas. La producción de vacunas antes de la covid19 no llegaba a 3.500 millones de dosis. Este año prevemos fabricar 12.000 millones de dosis. Estos números son más que suficientes para cubrir ese famoso umbral del 70 por ciento de la población mundial", señalaba López-Belmonte en un encuentro informativo organizado por Nueva Economía Fórum.

Además, este representante de la industria asegura que "todas las compañías que han desarrollado vacunas han cerrado acuerdos con todas aquellas compañías, en todos los rincones del mundo, que tenían alguna planta con tecnología para fabricarlas". "Hay más de 260 acuerdos de este tipo y la mayoría implican transferencia tecnológica. Eso no sería posible sin producción industrial detrás", ha añadido

Hasta ahora, algunos productores de esos fármacos, como la Unión Europea (UE), el Reino Unido y Suiza, se habían opuesto a la suspensión de patentes al alegar que la propiedad intelectual funciona como incentivo para el desarrollo de vacunas y otros productos contra esta y futuras pandemias.