Los medios de comunicación se hicieron eco el pasado domingo de la detención en Madrid de uno de los hijos del presidente del FC Barcelona, Joan Laporta, por supuestos malos tratos a su pareja. Todo ocurrió sobre las 15:00 horas, a poco más de una hora del Clásico, en una hamburguesería situada en la calle Miguel Ángel número 16 de la capital. El joven "zarandeó y amenazó" a la mujer delante del resto de comensales. Dos guardaespaldas de una ministra del Gobierno de España dieron el aviso a la Policía Nacional al observar la escena en el establecimiento.
Los allí presentes no sabían que se trataba de Joan Laporta i Echevarría, el hijo pequeño del presidente culé. El joven estaba en "un estado muy agresivo". Le había levantado la mano a su pareja, con la intención de darle una bofetada. Los agentes se desplazaron hasta el lugar de los hechos y procedieron a la detención del hombre por un presunto delito de malos tratos. La llegada de los efectivos poco calmó la situación.
Joan Laporta i Echevarría no supo mantener la compostura con las autoridades y mostró resistencia en su arresto. Los funcionarios que le iban a trasladar a comisaría para tramitar las diligencias requirieron la presencia de especialistas del Samur-Protección Civil, que valoraron al joven sin incidentes. No obstante, al llegar a las dependencias policiales de la Unidad de Atención a la Familia y Mujer (UFAM) de la Jefatura Superior de Policía de Madrid, mientras se producía el partido entre el Real Madrid y el FC Barcelona, profirió graves amenazas contra los agentes.
Además, dio patadas y puñetazos contra las paredes. Su agresividad en aquel momento fue extrema, no salía de su enfado. Finalmente los agentes tuvieron que engrilletarlo para que se calmase. Su pareja se desplazó hasta el lugar. Posteriormente, el hijo de Laporta fue conducido a los Juzgados de Violencia sobre la Mujer, en el distrito madrileño de San Blas-Canillejas para pasar a disposición judicial. El presidente blaugrama fue visto en estas instalaciones. El avión del Barça esperó en el aeropuerto sin despegar rumbo a Barcelona, aguardando a la resolución de los hechos. A las horas quedó en libertad sin cargos.