Continúa la conmoción por el atropello múltiple tras una boda en Torrejón de Ardoz, en la Comunidad de Madrid, que dejó cuatro fallecidos. El autor, que mató a las víctimas intencionadamente, sigue en prisión mientras que las autoridades buscan a otro de los supuestos responsables. Está identificado, pero logró escapar. El crimen se produjo por una venganza entre familias gitanas.
El ciudadano portugués le ha dicho a la policía que asume toda la responsabilidad. Llegó con sus hijos a la boda para asistir a la ceremonia religiosa. No estaba invitado al banquete en el restaurante 'El Rancho', pero entró. Según los agentes, tras una pelea ya fuera del local, se metió en el coche y esperó. Los testigos aseguran que derrapó y fue directamente a por el hermano de la novia y una de las matriarcas del clan de 'Los Brunos' -de la Cañada Real-, su hijo y otro familiar. Los cuatro murieron en el acto por múltiples fracturas.
El atropello tuvo lugar sobre las 02:44 horas en la madrugada del sábado al domingo. Otros cuatro familiares resultaron heridos, dos muy graves. Con el vehículo destrozado, huyó, hacia Seseña, en Toledo, donde la Guardia Civil le dio el alto: no llevaba ni parachoques ni matrícula. El acusado fue detenido con sus dos hijos, de 15 y 16 años. "No había más ocupantes en el vehículo", ha destacado la delegada del Gobierno en la Comunidad de Madrid, Mercedes González, que también ha descartado que se produjera un tiroteo.
Un cuarto ocupante del vehículo, según apunta la Guardia Civil, vive en Seseña y es conocido suyo. Lo vieron huir. En el coche encontraron casi 4.000 euros que el Instituto Armado cree que fue sustraído de la boda. 'Los Brunos' aseguran que el acusado les robó antes de huir.