Alfonso, el asesino de Milena Sánchez, una joven de 20 años que ejercía la prostitución, dejó una nota de suicidio. Estaba enfermo terminal y cuando lo hallaron muerto en una vivienda del centro de Madrid, nada hizo pensar a la Policía que bajo llaves yacía muerta una chica a la que había estrangulado.
Junto al cuerpo sin vida de Alfonso, de 53 años y que se había ahorcado, había una nota de suicidio pidiendo que se donara su cuerpo a la ciencia.
Eso hizo creer que el piso de Alfonso era solo el escenario del suicidio de un hombre separado que, además, tenía una enfermedad terminal.
Días antes el novio de Milena Sánchez, de 20 años, ya había denunciado su desaparición. Nadie imaginó que la chica estaba muerta encerrada bajo llaves en una habitación que Alfonso usaba para prácticas sexuales. Milena fue “estrangulada y tenía varias lesiones por el cuerpo”.
Milena, precavida ante los riesgos que corren las mujeres que ejercen la prostitución, le envió su ubicación a una amiga. Eso llevó a los investigadores de nuevo al piso de Alfonso, que se convirtió en el escenario de un crimen.
Las mujeres prostitutas aseguran que lo que le ha pasado a Milena Sánchez es un riesgo que corren a diario. Liliana, que fue obligada a prostituirse siendo víctima de trata, ha explicado que pasan “terror porque nunca saben con qué tipo de persona se van a encontrar”.
Para conocer la causa exacta de la muerte de Milena Sánchez hay que esperar los resultados de la autopsia.