Un delincuente especialista en conseguir centenares de móviles robados ha sido detenido en Madrid. Según las autoridades, encargaba a sus compinches los robos en plena calle y luego los guardaba envueltos en papel de plata para evitar su localización. Lo peor, se ponía en contacto con sus dueños y, haciéndose pasar por un 'buen samaritano', conseguía las claves de acceso.
Parece un método rudimentario, pero es efectivo. El detenido, primero envolvía los móviles robados en papel de aluminio -"de forma que actuara como inhibidor"- y, además, para asegurarse de que no se podían rastrear dónde estaban los dispositivos, los guardaba en cajas de cartón también forradas. Y así, centenares de terminales y tablets de gama alta, apuntan los agentes.
Para conseguir desbloquearlos, se sentaba delante de su ordenador y se creaba cuentas falsas en WhatsApp. Llegaba a poner de foto de perfil a madres con hijas para dar mayor credibilidad. Accedía a la aplicación de emergencia del teléfono robado y se ponía en contacto con sus víctimas.
El delincuente aseguraba haber localizado el teléfono y decía que si querían recuperarlo le dieran la contraseña. Después, les decía que iban a quedar en una tienda de telefonía para darles su móvil, pero nunca acudía a esa cita. El teléfono viajaba a Marruecos, donde los vendía libres por centenares. El valor de todos los dispositivos supera los 150.000 euros.