El brutal testimonio de padres maltratados por sus hijos: "Hay que denunciar, la sociedad tiene que saber lo que pasa"

Escuchar a María sobrecoge. Hace 20 años adoptó a dos niños rusos. Cuenta que ambos tenían síndrome alcohólico fetal, nadie se lo había advertido. El mayor sufre una discapacidad intelectual, el pequeño la maltrata desde hace años. Pero este verano la situación se volvió insoportable y tuvo que denunciarlo ante la Policía porque la echó de casa. A ella y a su marido, al que ni siquiera le dio su medicación.

Su hijo se apropió del piso y sólo logró sacarlo de allí con dinero. Un dinero que se gastó en 15 días. Cuando regresó con más amenazas, ella ya no quiso abrirle la puerta. "Yo no quiero nunca más tenerlo en mi vida y yo le quiero...Pero no me merezco esto", confiesa. Relata situaciones de agresión física, empujones, insultos, amenazas, incluso le ha rayado el coche.

El testimonio de una madre que ha sufrido maltrato

"La Justicia me ha negado dos veces la orden de alejamiento, sé que no van a hacer nada", se lamenta esta mujer, que durante meses ha estado en tratamiento psicológico por todo lo ocurrido.

El chaval, que ya tiene 20 años, ahora vive en un piso compartido, que le paga su madre maltratada. María ha querido contarnos su historia para animar a los padres a denunciar: "Hay que denunciar, los hijos también maltratan a sus padres y no está bien que siempre señalemos a los padres. Que a veces tenemos culpa. Sí, es verdad. Yo le he malcriado, le he dado demasiado cariño, le he dado todo lo que ha pedido. Los mejores estudios, la mejor educación. Me quiero ir a Barcelona con un amigo, vete...Todo, no lo he hecho bien".

Se lamenta: "Fallos de amor maternal con una consecuencia brutal: me puso contra la pared y me dijo 'te voy a quitar la casa, te voy a quitar la herencia". 

Ana, una joven de 19 años que maltrató a su madre

En el otro extremo está Ana, 19 años. "¿Tú consideras que has maltratado a tu madre? Psicológicamente mucho, muchísimo, toda la adolescencia. Mi padre lloraba". Ella sufría bulimia y su madre la vigilaba siempre y después de comer, para que no fuera al baño a vomitar. Su madre intentaba que no se diera atracones en su cuarto a escondidas y luego intentara vomitar. Quería salvarle la vida, pero para Ana era el enemigo. Un día la empujó. Otro ella se marchó a las 04:00 horas de la madrugada de casa. Gritos, insultos, peleas continuas. Hasta que su madre la echó de casa.

Ese momento la hizo reaccionar y se puso en tratamiento. Lleva seis meses en la Clínica Adalmed, especializada en trastornos alimentarios. Desde entonces, todo ha cambiado. Le pidió perdón: "Ahora llego a casa y abrazo a mi madre, hacía tanto tiempo que no la abrazaba. Joder, se puede salir. Hay que pedir ayuda".

¿Por qué hay tantos casos de maltrato de hijos a padres?

El psiquiatra que dirige su centro, Manuel Faraco, explica claramente lo que ocurre en muchas familias, porque hay factores que se repiten. Hemos eliminado las jerarquías en el entorno familiar, que se ha democratizado tanto que es un problema. "Si todos somos iguales -como muchos padres han pretendido- por qué voy a darte mi móvil o a dejar de jugar a un videojuego?".

También hemos eliminado los castigos, que son necesarios, explica Manuel Faraco: "Si alguien hace algo mal y no recibe un castigo proporcionado, no sabrá aceptar las frustraciones y ante cualquier contratiempo la respuesta violenta será excesiva. No hay castigos, no hay jerarquía, sólo violencia. Y los padres, para intentar evitar la agresividad, cada vez se imponen menos y es un círculo vicioso. ¿Cuándo debe preocupar esta situación, qué señales de alarma existen?".

"Cuando la familia ya no tiene ni la capacidad de ponen un castigo o una consecuencia negativa por temor a esta violencia aumentada, ahí ya hay un problema y es necesario pedir ayuda profesional", concluye Faraco.

5.000 denuncias anuales

Este problema, la violencia de hijos contra padres, sigue siendo un tabú, un estigma social. Nadie denuncia por miedo a reconocer el problema, que se sepa. Por eso agotan los plazos y la situación acaba descontrolada. La Asociación Catalana de Violencia Filioparental ayuda a los padres a afrontar estos difíciles momentos y que sepan que no están solos. 

Entre las causas que provocan esta violencia de padres a hijos, la Asociación destaca varias: Los cambios socioculturales y el tipo de relación entre los padres e hijos, el debilitamiento de la estructura jerárquica familiar, una sobreprotección de los hijos, una sociedad cada vez más permisiva que educa centrándose en los derechos más que en los deberes, la escasez o ausencia de límites, una pérdida de autoridad de los padres en el hogar que propicia una actitud desobediente en los hijos, jóvenes con baja tolerancia a la frustración y adicciones a las drogas o las nuevas tecnologías.

En 2022 hubo unas 5.000 denuncias, eso son unos 14 casos diarios. Lo preocupante es que cada vez hay más casos de menores de 14 años, afirma Oriol Pujol, portavoz de la Asociación: " Hay un estigma social muy importante, esa frase que te pueden llegar a decir: es que eres mal padre porque no sabes educar a tu hijo, entonces lo primero es estar aquí, para ti, para que puedas sentir que no eres un bicho raro, sino que le pasa a mucha gente". 

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