La muerte de la buceadora en la Cueva del Agua, en Murcia, será investigada como un delito de violencia de género
El buzo que la acompañaba, de gran experiencia, era su pareja sentimental desde hacía varios meses
Los agentes se incautaron el móvil del buzo que la acompañaba y la jueza instructora decidió pasar el caso a un juzgado de violencia machista
La pareja de la buceadora fallecida, llamó a los servicios de Emergencia 112 contando que había perdido de vista a su compañera durante una inmersión
La muerte de una buceadora en la cueva del agua, en Isla Plana, Murcia, parecía un accidente. La desaparición de la mujer de 37 años fue alertada por su pareja, con el que practicaba buceo el pasado 18 de enero. La Guardia Civil investigó el móvil del hombre que la acompañaba y finalmente la letrada del Juzgado de Instrucción número 1, de Cartagena ha decidido inhibirse y pasar el caso a los juzgados de Violencia sobre la Mujer de Murcia. Informa Míriam González.
La muerte de la mujer ocurrió el pasado 18 de enero, sobre las 23.00 horas cuando un hombre llamó al Centro de Coordinación de Emergencias '1-1-2' informando que se encontraba en la entrada de la cueva y que había perdido de vista a su pareja, durante una inmersión; no había salido, por lo que podría tener alguna dificultad.
El Grupo Especial de Actividades Subacuáticas de la Guardia Civil (GEAS), acudió junto a los bomberos del Servicio de Extinción y Salvamento (SEIS) del Ayuntamiento de Cartagena y comenzaron las labores de búsqueda con material de iluminación exterior. Finalmente, alrededor de la 1.45 de la madrugada del 19 de enero, el GEAS localizaba el cuerpo sin vida de la mujer.
Los agentes de la Guardia Civil al conocer que el buzo mantenía una relación de pareja con la fallecida indagaron en el teléfono móvil del hombre y tras interrogarlo, la jueza instructora decidió poner el caso en manos de un Juzgado especializado en violencia de género.
Una inmersión corta y sin riesgos que terminó con la muerte de la mujer
En su declaración, el hombre explicó que solo iban a realizar una inmersión corta y sin riesgos, pero que cuando estaban en una de las cavidades de la gruta perdió visibilidad a causa de la turbiedad del agua. La buceadora se soltó de los cabos guía de la cueva y se puso nerviosa, según ha informado el periódico La Verdad.
El buzo, que tiene experiencia, ha contado que aunque trató de calmar a la buceadora y ayudarla su estado de nerviosismo se lo impidió y lo rechazó, incluso golpeándolo.
El hombre, ahora investigado, solo cuenta con movilidad en uno de sus brazos, algo que según su versión, no le permitió ayudar a la mujer a abandonar la cueva. Fue en ese momento en que salió a pedir ayuda a los Servicios de Emergencias.
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