Así vivían los niños en la “casa de los horrores” de Oviedo: tenían un horario estricto para ir al baño y tiempo limitado para asomarse por la ventana

Nunca salieron a la calle y solo podían recibir la luz del sol a través de dos diminutas ventanas. Éstas eran las terribles condiciones en las vivían los tres hermanos encerrados por sus padres durante cuatro años en Oviedo, cuentan en el vídeo Elena Moral y Lídice Benito. El juzgado ya ha decretado prisión provisional para los padres.

Los menores pasaron por ese infierno porque sus padres temían que enfermaran. Tras la pandemia, se obsesionaron. Tanto que toda la casa estaba llena de mascarillas y medicamentos.

La familia se instaló en esta casa en noviembre de 2021. El único que estaba empadronado era el padre. De ahí que nadie extrañara que los menores, de 10 y ocho años, no estuvieran escolarizados.

Les colocaron mascarillas cuando los agentes entraron en la vivienda. Tenían una obsesión con contagiarse, incluso purificaban el aire de las habitaciones.

¿Cómo vivían los tres menores dentro de la casa de Oviedo?

Les trataban como bebés. Tenían un horario muy estricto para ir al baño y el resto debían hacerlo en los pañales.

Tan solo podían asomarse a las ventanas un tiempo limitado y después debían bajar las persianas. “Esto es una privación física, sensorial, lingüística, cognitiva… que puede provocar graves trastornos en el neurodesarrollo de los menores”, afirma José Antonio Galiani, psicólogo.

Los dibujos de los niños revelan información sobre el su estado de salud. Hay que tener en cuenta que los menores se enfrentan ahora a un duelo por separación de sus progenitores y que necesitarán un largo periodo de adaptación. Podría ser una expresión de rabia y ansiedad.

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