Las consecuencias psicológicas y físicas que podrían sufrir los niños secuestrados en Oviedo: "Ansiedad por separación de sus padres"
Los tres menores han permanecido encerrados en condiciones insalubres en su casa de Oviedo desde hace más de cuatro años
El juez decretó prisión sin fianza para los padres de los tres niños, que podrían tener problemas de desarrollo
Así vivían los niños en la “casa de los horrores” de Oviedo: tenían un horario estricto para ir al baño y tiempo limitado para asomarse por la ventana
El juez decretó prisión comunicada y sin fianza para los padres de los tres menores de entre 8 y 10 años que han permanecido encerrados en condiciones insalubres en su casa de Oviedo desde hace más de cuatro años.
‘El programa de Ana Rosa’ ha hablado con la psicóloga forense Ana Isabel Gutiérrez, que ha analizado lo ocurrido y ha dado algunas claves de lo que puede haber detrás de estos hechos. Por un lado, ha relacionado el encierro de los niños con un posible miedo surgido durante la pandemia y el ‘folie-á-deux’, que es “una idea delirante que se comparte en entornos muy aislados y que se va retroalimentando entre ellos”.
Por otro lado, esto lo ha contrastado con la otra clave, una “negligencia en el cuidado, que es esa ausencia de estimulación, estar con pañales… Tú puedes tener mucho miedo y encerrar a tus hijos, pero la higiene y la alimentación las mantienes”.
Las consecuencias para los niños
Los tres niños han pasado años encerrados y ahora que han salido de ese entorno, ¿cómo lo estarían viviendo? “Posiblemente ahora tengan una tremenda ansiedad de separación de sus padres y mucho miedo, porque no conocen otra cosa”, ha explicado la psicóloga.
Gutiérrez cree que hay que valorar el desarrollo de los niños ya que durante su encierro no han recibido la correcta estimulación ni los cuidados necesarios para su desarrollo, por lo que pueden estar sufriendo muchas consecuencias. “Eso les va a provocar un retraso en el desarrollo, físico, psicomotriz, de habilidades sociales…”, ha añadido.
También se ha sabido que la madre de los niños compraba fármacos para tratarles un supuesto trastorno de déficit de atención, pero la psicóloga cree que realmente lo que la madre observaba en los pequeños era “el retraso cognitivo por falta de estimulación”.
