Un cocinero y un funcionario de la cárcel de Brieva, los investigados por ayudar a Ana Julia Quezada a cambio de favores sexuales
Ambos empleados de la prisión de Brieva son investigados por un posible delito de abuso de función pública
La Guardia Civil investiga si Ana Julia Quezada consiguió un móvil a cambio de favores sexuales a los dos funcionarios
Ana Julia Quezada habría pretendido chantajear a la directora de su cárcel con los videos sexuales con funcionarios para ser trasladada a Barcelona
Un trabajador y un funcionario de la prisión de Brieva, en Ávila, están siendo investigados por un posible delito de abuso de función pública en relación con Ana Julia Quezada, condenada por el asesinato del niño de siete años Gabriel Cruz, ‘El Pescaíto’, cuenta Elsa Ascaso en el vídeo. La investigación que coincide con la comparecencia este miércoles de la madre del pequeño.
Lo que investiga la Guardia Civil es si Ana Julia Quezada consiguió un móvil a cambio de favores sexuales a dos funcionarios.
Los agentes del caso registraron la cárcel y su celda en busca del teléfono. No lo encontraron y eso levantó la sospecha de que alguien le estaba ayudando desde dentro.
“Hemos hecho todo lo que estaba en nuestra mano a través de cacheos, uno tras otro, hemos ido, incluso, con la unidad canina pero todos los resultados han sido infructuosos”, ha contado Manuel Galisteo, presidente del sindicato del funcionario de prisiones TAMPM.
La grabación de un documental levantó sospechas en la cárcel
Este presunto trato de favor hacia la asesina del niño Gabriel Cruz constituiría un delito de abuso de función pública por parte de los empleados que están siendo investigados. “Se habla de un cocinero, ya jubilado, y de un funcionario que lleva de baja un largo periodo”, ha afirmado Galisteo.
El móvil que la reclusa usó para grabar un documental que nunca vio la luz contenía vídeos de los encuentros sexuales con los funcionarios. Con esos vídeos habría intentado chantajear a la directora de la prisión de Brieva.
“Miente más que habla. Habla de una supuesta agresión sexual. No creo que le diera tiempo a coger un móvil para grabar dicha agresión como ella dice”, señala el funcionario.
El origen de esta investigación es la denuncia de la madre del niño, Patricia Ramírez, cuando se enteró de que se quería realizar un documental sobre su vida y el crimen de su hijo.
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