Fundación Apsuria

El mayor miedo de las familias con hijos con discapacidad: quién cuidará de ellos cuando ya no estén

Fundación Apsuria: un hogar para personas con discapacidad severa
Fundación Apsuria: un hogar para personas con discapacidad severa. INFORMATIVOS TELECINCO
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Las personas con discapacidad severa necesitan acompañamiento permanente a lo largo de toda su vida. Pero también sus familias requieren apoyo, especialmente cuando se enfrentan a la incertidumbre de quién los cuidará cuando ellos ya no puedan hacerlo. Ahí es donde entran en acción fundaciones como Apsuria, que se dedican a mejorar la vida de estas personas y sus familias, llegando donde ellos no pueden. Así lo informa en vídeo Elsa Ascaso.

Nuria López, directora de la Fundación Apsuria, explica con emoción el origen de este proyecto: "Mis padres decidieron dejarlo todo y embarcarse en un proyecto de acompañamiento". Un acompañamiento que hoy acoge a 65 personas con discapacidad, ofreciéndoles un lugar donde crecer, aprender y vivir con dignidad y cariño.

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Cada día, Nuria llega al centro y saluda a sus padres, inmortalizados en un mural que llena de orgullo a quienes conocen la historia. Ese legado es el motor que impulsa a Apsuria a seguir adelante, atendiendo especialmente a familias que comparten una misma preocupación: ¿quién cuidará a sus hijos cuando ellos falten?

"Si una familia tiene un hijo con discapacidad, como una parálisis cerebral o una lesión, necesita de nosotros, su hijo podría entrar desde pequeño, incorporarse al colegio y quedarse aquí durante toda su vida", detalla Nuria.

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Virginia es una de las personas que han encontrado en Apsuria un verdadero hogar. Tiene 38 años y lleva 16 viviendo en la fundación. "Virginia es una chica muy positiva. Con ella trabajamos principalmente la comunicación y la adquisición de nuevos conceptos", explica Judith del Olmo, logopeda del centro.

Para Virginia, el vínculo con sus padres sigue siendo fundamental. Tras sus sesiones, comparte con ellos todo lo que ha aprendido y experimentado. Carmen, su madre, confiesa que la existencia de Apsuria les da una tranquilidad enorme: "Para nosotros saber que Apsuria va a estar aquí, es decir, bueno, voy a faltar, pero sé que a ella no le va a faltar nada." En Apsuria, el acompañamiento no es solo cuidado, es un compromiso de vida que garantiza que ninguna persona con discapacidad severa camine sola.