El testimonio de Carla sobre cómo sufrió acoso sexual en redes: "Un vecino tenía fotos mías y me pedía acostarme con él para borrarlas"
El 97% de los menores admite haber sufrido acoso sexual en redes sociales: Carla denunció a un vecino y espera que la denuncia prospere
El 97% de los jóvenes han sufrido algún tipo de violencia sexual en internet
Las nuevas tecnologías pueden guardar relación en muchas ocasiones con casos de acoso sexual. Hay algunos estudios que indican cifras alarmantes. Se ha informado sobre ello muchas veces, pero el último informe de la organización Save the Children enciende las alarmas. Dice que el 97% de los menores reconoce que ha sufrido alguna vez violencia o acoso sexual a través de internet.
Tal y como informa María Fente, un ejemplo lo encontramos en Carla, que fue víctima de grooming hace tres años. "Fueron meses, yo incluso llegué a quererme suicidar", explica la joven. Un vecino se hizo con fotos íntima de ella y ejerció el acoso sexua: "Me pedía a cambio acostarme con él para borrar las fotos".
Carla denunció, pero todavía no ha obtenido respuesta: "Todavía no han hecho nada (las administraciones). Es que ni siquiera me ha llegado una notificación de que procede nada".
El último informe de la organización Save the Children enciende las alarmas
En 2023 se registraron casi 5.000 denuncias por delitos cibernéticos. "De los cuales, más de 1.000 eran por delitos sexuales, pero esto es sólo la punta del iceberg", explica Catalina Perazzo, directora del departamento de influencia y desarrollo territorial en Save The Children.
Lo preocupante es que la mayoría de los jóvenes, casi el 98%, aseguran haber vivido algún episodio de violencia en su vida: "Sí te pueden llegar mensajes o vídeos que no quieres". El 26% dicen haber sentido presión para enviar contenido sexual, un 20% se sintió amenazado para mostrarlo y el 38% han recibido mensajes o fotos sin haberlo solicitado.
"Un chaval me mandó una foto de de su zona íntima", cuenta una joven. Una violencia sexual que en el 68% de los casos se da por Instagram, pero también por Whatsapp, X y a través de los juegos online. Lo peor es que la gran mayoría de los menores no perciben el riesgo.