Tensión entre los vecinos de los detenidos por rociar con lejía a personas vulnerables y un reportero de 'Tardear': "¡Fuera de aquí!"
Así ha sido el incómodo momento que ha vivido Alejandro Rodríguez, periodista del 'Tardear', al intentar entrevistar a los presuntos agresores
Víctimas de la agresión en Torres de la Alameda por ser vulnerables: "Lo sabía todo el pueblo y nadie actuó"
Los vecinos de los detenidos por un delito de odio por aporofobia a personas en situción de vulnerabilidad en la localidad madrileña de Torres de la Alameda han impedido que Alejandro Rodríguez, reportero de 'Tardear', pueda entrevistar a los presuntos autores de la agresión. "¡Fuera de aquí!", les dicen entre gritos una mujer que baja rápidamente hasta el rellano al periodista y al cámara que le acompaña.
En el vídeo superior al cuerpo de esta noticia se pueden ver los hechos. Son instantes de máxima tensión en el vecindario. "Desde el minuto uno le están protegiendo y no han querido que contactemos con ellos", denuncia Rodríguez. Recordemos que los supuestos agresores han sido puestos en libertad provisional con medidas cautelares después de que la Guardia Civil los detuviese por ver cómo intentaban quemar la casa de una madre y un hijo en situación de pobreza extrema. También les echaron lejía y persiguieron a la mujer de 80 años, a la que llegan incluso a atacar.
Les tiran agua desde la vivienda
"¿A usted le parece normal proteger a una persona detenida y acusada de agredir a dos personas vulnerables?", le pregunta Alejandro Rodríguez nada más ver cómo intentan expulsarlo del edificio. Más tarde, al salir del bloque, tanto el reportero como el cámara viven otra situaicón incómoda. "Nos están tirando agua desde el exterior de la vivienda", denuncia Rodríguez.
Mientras, los agentes continúan el proceso que investiga delitos de odio, daños y lesiones. Según el Ministerio de lnterior, las penas son de entre 5 y 12 años de prisión por aporofobia. Verónica Dulanto, presentadora del programa de Telecinco, denuncia desde el plató la situación vivida en primera persona por el reportero y el cámara. "Son inaceptables actitudes como esta, con nuestro compañero Alejandro que hace su trabajo con el mayor rigor y educación. Y sí, demuestran la clase de persona que tenemos en ese edificio", comparte la periodista.