Golpe de calor

Una cámara termográfica capta los cambios bruscos de temperatura en verano: de 40º en plena calle a 20º en una tienda

Una cámara termográfica capta los cambios bruscos de temperatura en verano: de 40º en plena calle a 20º en una tienda
Una cámara termográfica capta los cambios bruscos de temperatura en verano. Informativos Telecinco
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En verano, con el aumento de las temperaturas, el sol y el calor se convierten en compañeros de disfrute, pero también en un riesgo silencioso y potencialmente mortal: el golpe de calor. Estos se producen, sobre todo, por el cambio brusco de temperatura al que nuestro cuerpo está sometido en estos días, con casi cuarenta grados en la calle y casi veinte menos al entrar en un centro comercial, en una tienda o en el coche con el aire acondicionado a tope.

En Informativos Telecinco hemos grabado con una cámara termográfica cómo nos afectan estas variaciones de temperatura.

Golpe de calor: atención ante estos síntomas

De forma habitual sudamos, y la evaporación del sudor disminuye nuestra temperatura corporal. Ahora bien, si ésta supera los 40 grados corremos el riesgo de padecer un golpe de calor.

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Cuando empieza a afectarnos el calor podemos pasar una primera etapa de agotamiento, donde podemos padecer sudoración profusa, piel fría, así como mareos, debilidad o náuseas, para después llegar al golpe de calor, donde nuestro cuerpo supera los 40 grados, la piel se pone roja, caliente, y seca, falla nuestra sudoración y puede darse confusión, desorientación e, incluso, pérdida de conciencia.

“Entre los síntomas más leves del calor en nuestro cuerpo se encontrarían la intranquilidad o falta de sueño, pasando por el agotamiento, calambres, malestar, mareos, sudoración excesiva o fiebre. El último paso sería el golpe de calor, donde aparecen convulsiones o pérdida de conciencia, y esto sería lo más grave”, advierte el doctor Sánchez Molina a este respecto.