Una mujer de 46 años, madre de tres hijos, muere en Dublín tras electrocutarse al sostener el móvil mientras lo cargaba en el baño

Una mujer de 46 años, madre de tres hijos, muere en Dublín tras electrocutarse con el teléfono que sostenía en la bañera
Muere una mujer tras electrocutarse con el teléfono que sostenía en la bañera. Informativos Telecinco
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Una mujer dublinesa de 46 años y tres hijos falleció electrocutada por un teléfono móvil que sostenía mientras lo cargaba en el baño. Su marido habló con ella mientras él estaba fuera. La conversación duró 23 segundos, cuando llegó a casa se encontró a la fallecida inconsciente en el suelo.

Cuando trató de despertar a su mujer, se dio cuenta de que la bañera estaba llena y que dentro estaba su teléfono móvil y su cargador. Los recogió del agua y los tiró rápidamente al lavabo. Joe O’Gorman declaró a los agentes encargados de la investigación que se abrió para determinar la causa de la muerte de Ann-Marie O’Gorman, que había recibido una pequeña descarga eléctrica tras coger a su mujer. También se dio cuenta de que la mujer tenía marcas rojas en las manos y en el pecho cuando le practicó las maniobras de reanimación.

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Las primeras hipótesis apuntaron a que la mujer pudo sufrir algún tipo de fallo cardiaco derivado de la enfermedad de coagulación que sufría en la sangre o un trastorno de tiroides. Pero cuando el forense escuchó las declaraciones del marido afirmando que tenía marcas en la piel y que él también había recibido una pequeña descarga tras recoger el cuerpo de la víctima, entendió lo que había sucedido.

Su familia denuncia la falta de advertencia

La familia de esta mujer lamenta su pérdida, pero su marido ha querido denunciar la falta de advertencia de los Iphones. Recuerda que otro hombre murió en marzo de 2017 en Londres por una causa similar y que un niño en Estados Unidos también falleció al haber sufrido una descarga eléctrica por utilizar el móvil cargando en la bañera. La mujer murió hace un año, pero la investigación ha aclarado finalmente la causa de la muerte, por lo que su familia ha querido utilizar este caso para recordar el peligro que supone en muchas ocasiones el teléfono móvil.

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"Lo único que se oye es que estos teléfonos funcionan de maravilla en aguas de hasta dos metros de profundidad. Esto da a la gente la idea de que se puede tener el teléfono cerca del agua. Deberían advertir de que esto es peligroso”, dice en unas declaraciones para el medio ‘Daily Mail’. Una patóloga a cargo del caso, fue quien confirmó que las manchas que el marido vio en el pecho y la mano de la mujer eran marcas de electrocución y que tenía más quemaduras en las manos. De la misma manera, descartó que su muerte fuese provocada por patologías previas.