Violencia de género

La lucha contra la violencia de género progresa lentamente a pesar de todas las medidas para proteger a las mujeres

Los datos estadísticos muestran una mejoría en la lucha contra la violencia de género. Informativos Telecinco
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Este 25 de noviembre, Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, España vuelve a poner el foco en una realidad que, pese a los avances, sigue siendo alarmante. La violencia machista continúa dejando víctimas mortales cada año, aunque las cifras muestran una tendencia descendente en los últimos quince años.

En noviembre de 2010 se contabilizaban 64 mujeres asesinadas por sus parejas o exparejas. Desde entonces, el número ha ido bajando de manera muy gradual. Este 2025 se perfila como el año con menos víctimas mortales registradas: 39 hasta la fecha. Sin embargo, los expertos insisten en que el único objetivo aceptable es alcanzar el dato de cero mujeres asesinadas.

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El papel de la educación en la erradicación de la violencia de género

La respuesta institucional ha sido múltiple y progresiva, se han agravado las condenas para los agresores con un endurecimiento de las penas. También se han creado juzgados especializados en violencia de género, que permiten una atención más rápida y eficaz.  

Además, se ha puesto en marcha el conocido como Sistema Viogén, que coordina la protección de las víctimas y evalúa el riesgo en cada caso, y, finalmente y a pesar de recientes polémicas, las pulseras telemáticas, con más de 4.500 dispositivos activos actualmente permiten controlar a los agresores y garantizar la seguridad de las mujeres.  

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Más allá de las medidas judiciales y policiales, la prevención se ha convertido en un eje fundamental. Según la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción (FAD), el 87 % de los jóvenes ha sido testigo de algún caso de violencia contra las mujeres. Este dato revela la urgencia de reforzar la educación en igualdad desde edades tempranas, para desmontar estereotipos y evitar que la violencia se perpetúe en las nuevas generaciones.

Finalmente, las campañas de concienciación y los programas de apoyo psicológico han permitido que muchas mujeres encuentren acompañamiento en su proceso de recuperación. Terapias alternativas y espacios de escucha se han convertido en herramientas clave para superar la parte más difícil de este camino.