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Manos Unidas y sus más de 60 años luchando por ayudar "donde no llega nadie": "Los españoles seguimos demostrando una profunda solidaridad"

Manos Unidas y sus más de 60 años luchando por ayudar "donde no llega nadie": entrevista a la presidenta Cecilia Pilar Gracia
Presidenta de Manos Unidas, Cecilia Pilar Gracia, durante la entrevista con Informativos Telecinco. Informativos Telecinco
  • El 5 de diciembre se celebra el Día Internacional del Voluntario

  • Manos Unidas es una ONG española que trabaja en desarrollo en tres continentes y 55 países del sur

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MadridLa lucha contra la pobreza y el hambre siempre ha sido la meta de Manos Unidas. Ya lo era en 1959, cuando un grupo de mujeres de Acción Católica decidió aportar su granito de arena a un problema estructural que aún hoy persiste. Desde su fundación, la ONG tuvo claro que el voluntariado sería la vía principal para afrontar este desafío. Sesenta y seis años después, quien lidera esta misión sigue siendo una mujer, y también voluntaria.

Hablamos de Cecilia Pilar Gracia, presidenta de la organización, que en una entrevista para la web de Informativos Telecinco ha expresado su orgullo porque “las mujeres sigan siendo una parte fundamental” de Manos Unidas. También destaca que los españoles continúen demostrando su espíritu solidario, clave para que la ONG pueda actuar en tres continentes y 55 países del sur. “Nuestra base es plenamente española. No tenemos a nadie en el terreno; todo se controla desde España. En los países de origen trabajamos con socios locales”, explica.

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Como nuestra sociedad, Manos Unidas también ha evolucionado. Y si algo tuvo claro Cecilia cuando fue elegida para dirigirla en 2022, fue la urgencia de incorporar jóvenes al proyecto. “El voluntariado joven es, sin duda, mi apuesta más personal”, asegura. En el Día Mundial del Voluntariado, descubrimos de su mano el engranaje que permite que una ONG como esta llegue a lugares que pocos miran de frente, pero que existen.

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Reducir las desigualdades, un reto difícil de cumplir

Para entender el porqué de la existencia de Manos Unidas, las cifras son importantes. Y hay un dato que Cecilia Pilar Gracia suele aportar para dar fe de que vivimos en un mundo "brutalmente" desigual. "El 1% de la población acumula más riqueza que el 95% de los habitantes del mundo", recalca. Y esto tiene consecuencias terribles. "Más de 250 millones de niños no van a la escuela y hasta 150 millones de niños sufren de esclavitud. No estamos hablando de dos o tres, hablamos de 700 millones de personas que han pasado hambre en el año 2024 en un mundo de abundancia, donde tiramos muchísima comida y en el que hay producción suficiente para poder dar de comer al doble de la población mundial. Además, hay más de 2.000 millones de personas que no tienen agua potable".

Para revertirlo, más de seis décadas de experiencia les han demostrado que la única arma válida es la del apoyo en el desarrollo: dotarles de herramientas y "apoyar alternativas de economía social y solidaria que contribuyan al trabajo decente, a la economía inclusiva y sostenible y a la justicia social".

Un trabajo que llega a tres continentes y 55 países del sur

En 2024, Manos Unidas puso en marcha 575 nuevos proyectos que se dividen en siete sectores de actuación:

  • Agricultura y medios de vida
  • Educación
  • Salud
  • Agua y saneamiento
  • Derechos de las mujeres y equidad
  • Derechos humanos y sociedad civil
  • Medio ambiente

El objetivo de todos ellos es común: la consecución de los derechos básicos de las personas y corregir las desigualdades y las prácticas discriminatorias que obstaculizan el desarrollo de las mismas. Pero para que esto se traslade a la población vulnerable, el trabajo desde España es crucial.

"El pueblo español demuestra un profundo espíritu de solidaridad"

Desde nuestro país se centran en la "sensibilización y educación para el desarrollo con presencia en la sociedad civil". Y si algo han comprobado es que “pueblo español demuestra un profundo espíritu de solidaridad”, atraviese las dificultades que atraviese.

¿Cómo llega la ayuda del pueblo español a los rincones más vulnerables del mundo?

Manos Unidas cuenta con más de 68.000 socios y colaboradores, cuyas aportaciones son la mayor fuente de ingresos de la organización para llevar a cabo su tarea de cooperación al desarrollo y sensibilización. Asimismo, más de 6.700 personas colaboran de manera voluntaria con Manos Unidas, aportando su esfuerzo, conocimientos y habilidades en la labor que la ONG lleva a cabo en sus 72 delegaciones en toda España y en sus oficinas centrales de Madrid.

Y la siguiente pregunta es, ¿cómo se distribuye toda esta ayuda? Cecilia Pilar Gracia nos explica que la distribución de los fondos para los proyectos va en función de la urgencia tras recibir las “peticiones de los países a los que apoyamos y las estudiamos, porque ellos mejor que nadie sabe lo que necesitan”.

"Esto solo es posible gracias a la gran cantidad de voluntarios que colaboran con la organización en todo el territorio nacional"

“El año pasado, de los 51 millones de euros recaudados, el 89,8% se destinó directamente a los dos principales fines de Manos Unidas: la educación para el desarrollo y la sensibilización en España, así como el apoyo a proyectos en el sur. Los fondos destinados a estructura son muy reducidos, y esto solo es posible gracias a la gran cantidad de voluntarios que colaboran con la organización en todo el territorio nacional”, detalla la presidenta.

Los proyectos nacen de la población de los países más empobrecidos, y son una herramienta para favorecer el desarrollo de los pueblos, su educación, alimentación, atención sanitaria, y demás condiciones básicas para el desarrollo humano integral.

Mujeres y niños se alojan frente al Hospital de Chiulo,Ombadja , en espera de atención sanitaria

La labor de la organización en los países más empobrecidos solo es posible gracias a la implicación y profesionalidad de sus socios locales: más de 400 organizaciones con las que trabajan junto a las comunidades que apoyan, entre ONG, congregaciones religiosas, asociaciones, cooperativas, etc.

Desde Manos Unidas se va controlando cómo evoluciona y se ejecuta el proyecto en el que se han invertido. Además, “siempre estamos auditados por una auditoría externa y tenemos el sello de la Fundación Lealtad, algo que da mucha credibilidad en que eres transparente en todas tus cuentas”.

El “sabor agridulce” que deja el desinterés de los gobernantes

La ONG española ha estado presente en la reciente reunión de la COP 30 sobre el cambio climático celebrada en Brasil. Ahí, "el grito de los pobres y el de la naturaleza es uno solo”.

"El cambio climático golpea cada vez más a las comunidades y los pueblos más vulnerables"

Desde la Manos Unidas destacan el sabor agridulce que les deja la cumbre por los nulos acuerdos para atajar un problema que afecta más a aquellos que menos lo provocan: “El cambio climático golpea cada vez más a las comunidades y los pueblos más vulnerables, aquellos que, siendo los menos responsables de la emisión de gases de efecto invernadero, sufren más el impacto de estos cambios y tienen menos recursos para afrontar sus consecuencias”.

No existe la voluntad política necesaria para ponerse de acuerdo y hacer algo que nos beneficia a todos”, comenta la presidenta. Pero si algo no pierde es la esperanza. “Nosotros llegamos siempre a donde no llega nadie, en los rincones más pobres de la tierra, estamos”. Un apoyo que se refleja, por ejemplo, en proyectos con poblaciones indígenas que sufren cada vez más el voraz y destructivo sistema de explotación agroalimentaria en el Amazonas.

El voluntariado, clave en el engranaje de Manos Unidas

La satisfacción de haber mejorado la vida de millones de personas gracias a la solidaridad y el compromiso de sus voluntarios supone un soporte. Detrás de cada persona que ha recibido apoyo hay innumerables historias de superación que reflejan el impacto real de su labor.

Una de ellas es la de Regina Casado, misionera de 85 años y religiosa de las Hijas del Niño Jesús, ‘Damas Negras’, socio local de Manos Unidas en Senegal, que lleva más de 20 años siendo testigo de cómo la solidaridad transforma vidas.

La hermana Regina es una de esas religiosas que han pasado gran parte de su existencia en los países del sur trabajando con los más vulnerables. Una labor a la que apenas se da visibilidad pero que tiene una importancia vital, pues ha servido para dar un futuro digno a personas que habían perdido la esperanza.

“Nací en un pueblo pobre, en una familia pobre. La gente nos despreciaba y nos acusaba falsamente de robar manzanas o ganado. Mi madre no lo podía aguantar. Yo me dije que no iba a soportar que los pobres sufrieran como yo sufrí y decidí ir con ellos y ayudarlos a defender su dignidad y a ser ellos mismos", contaba la religiosa. Ella encarna el espíritu de Manos Unidas y su labor en el mundo. Y también los miles de voluntarios que, como Cecilia Pilar, defienden el papel de una organización como esta para combatir con ese enemigo global que es la desigualdad.