La Dirección General de Tráfico lleva a cabo esta semana una campaña de vigilancia del mantenimiento de los vehículos. A la DGT le preocupa los años que tienen los coches por la relación que existe entre riesgo y antigüedad y va a controlar las condiciones de los vehículos que circulan por carretera, sobre todo los neumáticos, frenos, luces, señalización o parabrisas, entre otros elementos. También controlarán la placa de la matrícula y la documentación, incluida la ITV.
Del 11 al 17 de noviembre los Agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil y policías locales y autonómicos realizarán controles diarios aleatorios, con el objetivo de reducir la siniestralidad en la carretera, porque, según recuerda Tráfico, la antigüedad media de los vehículos en los que viajaban las víctimas mortales de accidentes en carretera el año pasado fue de 13 años en turismo, 9,7 en motocicleta y 14, 6 años en camiones de hasta 3.500 kg. Además, según el último estudio que ha realizado, la posibilidad de fallecer o resultar herido grave en un accidente se multiplica por dos si el vehículo tiene entre 10 y 15 años.
Entre los elementos que más van a revisar, se encuentran los neumáticos. La DGT recomienda una profundidad en la ranura de los neumáticos de, como mínimo 3 milímetros. Por debajo de esa medida los neumáticos pierden agarre y se multiplica el riesgo de accidente. Además, es necesario comprobar regularmente la presión del neumático en frío y la rueda de repuesto. Según informa más de un millón de coches circulan con defectos graves en las ruedas.
Los faros también tienen que funcionar correctamente. Las bombillas tienen que cambiarse cada 2 años o cada 40.000 kilómetros. Si circulas con las luces de cruce, de posición, las luces de freno o algún intermitente fundido, puedes ser multado con 200 euros, aunque no conlleva la retirada de puntos.
La Inspección Técnica de Vehículos será otro de los objetivos principales de la campaña, ya que estas inspecciones garantizan precisamente que el coche cumple con las condiciones adecuadas. Las estaciones de ITV revisaron más de 25,3 millones de vehículos el pasado año, y de ellos, más de 4 millones no superaron la primera inspección obligatoria. O sea, uno de cada seis vehículos no reunía las condiciones mínimas de seguridad. Se detectaron 33,4 millones de defectos, de los que 7,9 eran graves, según informa Europa Press. Los más comunes fueron los de alumbrado y señalización, ejes, neumáticos y suspensiones, y frenos. Más allá de la seguridad, circular sin la ITV supone una sanción de 200 euros.
Si las deficiencias son muy graves, la infracción puede suponer la inmovilización del vehículo. Los expertos recomiendan visitar un taller al menos una vez al año, para asegurar la seguridad en carretera y salvar vidas.