Se cumplen dos años de dolor, de recuerdos y de preguntas sin responder. Los familiares intentan pasar página y seguir adelante tras aquel fatídico 20 de agosto en el que perdieron a 154 amigos o allegados.
Ese día, el avión de Spanair, un MD-82, del vuelo JF3022 con destino a Gran Canaria, sufrió el mayor siniestro registrado en el siglo XXI en toda Europa. La aeronave se accidentó en el momento del despegue en el aeropuerto de Barajas, causando la muerte a 154 personas, de ellas 148 pasajeros y seis tripulantes, sobreviviendo dieciocho personas.
Mientras pasa el tiempo, la investigación sobre el siniestro prosigue. Hace unos días, la Comisión de Investigación de Accidentes e Incidentes de Aviación Civil (CIAIAC) hizo pública una "nota de progreso" sobre el accidente al tiempo que anunció que el informe definitivo que detallará las causas estará listo para diciembre.
En cuanto a los detalles del accidente, la CIAIAC insistía en que el despegue se realizó con una configuración inapropiada y no aprobada, al estar los flaps y los slaps (alerones para facilitar el despegue y el aterrizaje) totalmente retraídos.
Un proceso muy lento
Sin embargo, tanto los familiares, como los pilotos o los técnicos de mantenimiento han criticado la lentitud del proceso.
Los allegados de las víctimas piden que se esclarezcan totalmente las causas del siniestro "para que se sepa la verdad y se haga justicia". "Estamos luchando y seguiremos con todos los medios a nuestro alcance" para que se sepa la verdad, pues es necesario exigir responsabilidades y que "cada uno asuma sus responsabilidades", según ha indicado el vicepresidente de la Asociación de Afectados del Vuelo JK-5022 de Spanair, Juan Andrés Sánchez.
Por su parte, el Colegio Oficial de la Aviación Comercial (Copac) considera que la tragedia significó un "fracaso de todo el sistema aéreo" al tiempo que ha señalado que "no sólo hay que investigar los factores concretos" del accidente sino "todo lo que pudo provocar el siniestro".
Mientras, la Asociación Sindical Española de Técnicos de Mantenimiento Aeronáutico (Asetma) considera que la investigación no avanza, ya que "las cosas siguen absolutamente igual", mientras que en el terreno judicial, mostró su "absoluta insatisfacción" porque aún "no se han resuelto las imputaciones".
Desde el 4 de agosto de 2009 la investigación del accidente ha ido completando algunos aspectos pendientes de la misma, analizando los elementos materiales recuperados, el funcionamiento de las estructuras, la supervivencia en el lugar del suceso y la coordinación de los servicios aeroportuarios. EPF