Las ideas de Bill Clinton que deberían seguir los jóvenes

  • Anima los jóvenes a formarse y no tener miedo a hacer las maletas

  • El expresidente de Estados Unidos recomienda a los jóvenes tener la mejor formación posible, especialmente en carreras de Ciencias, ingenierías y tecnología

  • Tienen que asumir que cambiarán muchas veces de empleo y estar abiertos a emprender o trabajar por cuenta propia

Bill Clinton se ha formado en tres de las universidades más prestigiosas del mundo: las estadounidenses Yale y Georgetown, y la británica Oxford. Y está convencido de que la formación es lo único que puede dar seguridad a los jóvenes a lo largo de sus vidas profesionales, en una época en la que el concepto de seguridad desaparece y hay que estar dispuestos a afrontar muchos cambios de empleo, emprender o trabajar por cuenta propia e, incluso, tener que trasladarse a otros países para acceder a un empleo.

El líder estadounidense tiene claro que los países con mayor relación entre sistema educativo y sector empresarial son los que tienen mejores resultados en materia de empleo y que la educación es lo que cambia el patrón económico de un país. Por ello, considera necesario conectar la universidad con el mundo empresarial, así como potenciar una Formación Profesional (FP) que esté ligada a las necesidades reales del mercado laboral.

Y es que Clinton constata que las grandes empresas y administraciones públicas crean cada vez menos empleo con un mayor uso de la tecnología porque necesitan ser más eficientes y productivas. Pero esto a su vez incrementa la subcontratación de sus actividades, por lo que, por el contrario, generan al tiempo más oportunidades para pequeñas y medianas empresas, autónomos y emprendedores.

Los jóvenes mejor formados siempre tendrán trabajo, pero deberán estar dispuestos a hacer las maletas y salir a buscarlo allí donde se encuentre. Estas son las ideas de Bill Clinton sobre el futuro de la economía, las empresas, el mercado de trabajo y la educación superior, que deberían tener en cuenta los jóvenes para encarar su futuro profesional con mayores oportunidades:

Formación. Al margen de cuál sea la situación del empleo en cada momento y en cada país, los jóvenes deben tener claro que siempre es mejor tener una buena formación que no tenerla. La preparación será lo único que podrá darles seguridad a lo largo de sus vidas profesionales, en un contexto en el que la seguridad laboral desaparece; los empleos para toda la vida apenas existen; y en el que el mercado de trabajo será cada vez más flexible. Y, especialmente, habrá más demanda de graduados en carreras relacionadas con las Ciencias en general (Matemáticas, Física, Química…), las ingenierías y la tecnología.

Universidad-empresa. Los países que tienen una relación más cercana entre sistema educativo y sector empresarial son los que tienen, generalmente, mejores resultados en materia de empleo. Por tanto, hay que intensificar las relaciones de las universidades con las empresas, los acuerdos de colaboración, los programas conjuntos de prácticas.

Formación Profesional. Hay que fijarse en los países que tienen menos desempleo y copiarles, que ahorra mucho tiempo. Como el sistema de FP de Alemania, que es flexible y se adapta a las necesidades del mercado laboral. En España se ha introducido la FP Dual, que puede representar una buena oportunidad de empleo para muchos jóvenes que no se sienten identificados con los estudios universitarios.

Autónomos y pymes. Las crisis están provocando muchos despidos y aumentando la necesidad de ser más productivos y eficientes porque los márgenes de ganancia son menores. Muchas empresas y administraciones ya no van a volver a contratar a tantas personas como antes, sino que van a subcontratar muchas de sus actividades. Esto genera nuevas oportunidades para los autónomos, las pymes y los emprendedores. Los jóvenes han de estar dispuestos a trabajar por cuenta propia en algunas fases de

sus trayectorias profesionales.

Universidad-emprendedores. Las universidades deben incluir formación para crear empresas, para que los jóvenes puedan trabajar también por cuenta propia poniendo en marcha sus propias ideas de negocios. Cualquier centro de formación superior debe incorporar la lista de capacidades que un titulado precisa al salir al mercado de trabajo. Y, además, ésta debe ir actualizándose con el paso del tiempo.

Cambios de trabajo. Si el talento y los recursos están mejor repartidos entre los distintos países, los menos desarrollados mejorarán. Pero los más ricos lo tendrán más difícil porque tendrán mayor competencia. Hay que procurar un crecimiento para Europa, para que los jóvenes se queden trabajando en sus países. Pero también tienen que saber que tendrán que estar dispuestos a salir a otros países. Siempre va a seguir habiendo muchos ciclos económicos distintos. Por eso la educación es tan importante, más que antes. Los jóvenes van a tener que redefinir los parámetros tradicionales de la seguridad laboral. Van a tener más cambios profesionales a lo largo de su vida y menor seguridad en sentido clásico. Sólo se sentirán seguros si han potenciado al máximo su formación.

Movilidad laboral internacional. Hay que ser sinceros con los jóvenes: deben estudiar, tener ganas de trabajar y estar abiertos a hacer las maletas para trasladarse allí adonde esté el trabajo en cada momento hasta que éste se recupere en sus lugares de origen y puedan volver. Si se está dispuesto a eso, se puede vivir una de las mejores épocas de la Humanidad, porque éste es el tiempo con una mayor diversidad cultural, con unas posibilidades tecnológicas impensables antes y con menos prejuicios por parte de los jóvenes.

Iniciativa y actitud. No se puede ser pasivo y esperar a que alguien proporcione una forma de vida. Hay un problema para el que no nos habíamos organizado, pero cuanto menos tiempo se pase llorando y más pensando en qué se puede hacer, mayores posibilidades de lograr resultados. El mundo de hoy pertenece a las personas con actitud constructiva y ganas de colaborar. El conflicto paraliza. No hay ningún error cometido que no se pueda resolver. Hay que resolverlo y pasarlo bien haciéndolo.