La fuerza de la erupción del volcán de La Palma cambia constantemente la forma de su cono

  • La actividad en el volcán de Cumbre Vieja comenzó el domingo 19 de septiembre

  • En estos 38 días la fisonomía del volcán ha cambiado de forma violenta y constante

  • La fuerza de las erupciones y el peso de los materiales magmáticos ha destruido varias veces su cono

Después de treinta y ocho jornadas de erupción, el cono del volcán se ha ido transformando con cambios que no dejan de sorprender. Es algo con lo que cuentan los expertos pero impresiona ver cómo han sido esas transformaciones.

La isla de La Palma llevaba meses avisando de que lo que se nos venía encima, pero fue el domingo 19 de septiembre a las 15:12 horas cuando la tierra se abrió y la lava comenzó a salir por que solo era una fisura en el antiguo volcán de Vaca Muerta en el sistema de Cumbre Vieja.

Desde ese primer momento en el que vimos alzarse el penacho de humo y cenizas el destino del volcán de La Palma era formarse y deformarse mientras levantaba un cono con materiales magmáticos que se han demostrados frágiles y quebradizos.

A lo largo de los siguientes días hemos comprobado como la lava, las cenizas y los piroclastos iban levantando un cono volcánico constantemente sometidos a la presión de las coladas de lava y el peso de otros materiales.

Las constantes erupciones han ido modificando la silueta del volcán que ha llegado a tener cinco bocas activas alineadas y desde las que emanaba lava o columnas de humo y cenizas.

Hace tres semanas, el cono del volcán experimentó el mayor de sus cambios cuando parte de su boca se derrumbó. En días posteriores, la fragilidad de esa estructura sufriría colapsos sucesivos conformando una boca que llega a medir 130 metros de diámetro.

En las úlimas horas el cono principal, de nuevo, se rompe de forma parcial y ayer mismo se hundía la parte interior sin saber hasta cuándo y cuánto llegará a crecer.