Cómo hacer compost casero: compostaje casero para huertos y jardines

  • Hacer tu propio compost casero y utilizarlo en tus plantas, jardines y huertos es posible: descubre cómo

Reciclar, consumir de forma responsable, cuidar lo que nos rodea, fomentar el cuidado de las plantas y la limpieza del Planeta... Los tiempos (y los valores) cambian, y en los últimos años experimentamos un giro que nos devuelve a lo más básico y primario. Tal es el caso de la agricultura, que, a pequeña escala, se introduce en muchos hogares a través de pequeños cultivos o simplemente del cuidado de plantas que ayuden a limpiar el aire y purificar espacios. Si quieres cuidar de ellas mientras reciclas, toma nota de estos consejos sobre cómo hace un buen compost

Hacer compost casero: pasos que debes seguir

Además de asociarse con ciertos valores y principios que merece la pena proteger, hacer un compost o comportase casero ayudará a que tus planas crezcan fuertes y sanas, algo que notarás especialmente si estás cultivando frutas o verduras. Los jardines y las cosechas necesitan el compost para renovar las sustancias que las plantas y otros vegetales han absorbido durante el crecimiento, sin que baste con utilizar solo tierra cuando queramos ayudar a crecer a cualquier planta.

Aunque es posible comprar este producto en cualquier superficie dedicada a la jardinería, también es posible convertir nuestros propios residuos orgánicos en compost, ahorrando y reciclado nuestros propios desechos. Desde Oxfam Intermón explican cuáles son los pasos que debemos seguir para hacer un buen compost casero.

  • Encuentra el recipiente apropiado. Elige el recipiente en el que depositarás los ‘ingredientes’ de tu compost, y ten en cuenta que éste no debe estar en contacto directo con el suelo y debe tener unos agujeritos para ventilar adecuadamente. Lo ideal es que no tengas que comprar una compostadora y que puedas reutilizar cualquier elemento que tengas por casa (maderas, cubos, cajas...) Intenta que tenga tapa, sobre todo si piensas colocarlo en una zona de exterior, para evitar que se moje con la lluvia (la cantidad de humedad debe depender de ti).
  • Conoce los elementos orgánicos que puedes añadir. Hacer un buen compost es, en realidad, muy sencillo, pero debes tener claro qué puede y qué no puede contener. Básicamente, hablamos de materia orgánica como cáscaras de huevo, peladuras de frutas y de verduras, pieles de patatas, ramitas, paja fresca, hierba húmeda, posos de café… Para que la mezcla funcione de verdad, lo mejor es combinar el azúcar, la celulosa y el nitrógeno de los diferentes desechos orgánicos.
  • Evita que los desechos se pudran. De lo contrario solo conseguirás malos olores y un producto que no podrás utilizar. Para evitarlo, intercala capas de productos secos y húmedos, y ventila frecuentemente tu compostadora. También deberás hidratar bien tu compost, regándolo de vez en cuando (sin encharcarlo) para que se vaya formando este fertilizante orgánico. Ten en cuenta el orden necesario de colocación del material: para evitar que el compost se pudra, realiza primero los agujeritos en la base de tu compostadora y coloca luego una primera capa de tierra. Luego otra de materiales secos (paja, hojas, ramas, serrín...)