La contaminación también puede dejarnos ciegos: vinculan la polución del aire con el glaucoma

  • Los productos químicos en el aire constriñen los vasos sanguíneos

  • El glaucoma afecta a 60 millones de personas en todo el mundo

Por si la contaminación no tuviera suficientes efectos nocivos sobre la salud humana, ahora un estudio de la University College de Londres (UCL) sugiere que vivir en zonas con alta polución en el aire puede aumenta el riesgo de quedarnos ciegos. Los investigadores descubrieron que las personas que respiran grandes cantidades de aire contaminado tienen al menos un seis por ciento más de probabilidades de desarrollar glaucoma que las que viven en regiones limpias.

Esta enfermedad, que se produce por la muerte de las células de la retina en la parte posterior del ojo afecta a 60 millones de personas y es la segunda causa de ceguera en todo el mundo. Los científicos creen que la contaminación del aire pueden causarla debido a la constricción de los vasos sanguíneos o por productos químicos que son directamente tóxicos para los nervios de la retina.

Las partículas microscópicas emitidas por los automóviles y demás mecanismos contaminantes llegan a los pulmones y de ahí al torrente sanguíneo. Entonces constriñen los revestimientos de los vasos sanguíneos y el sistema nervioso, aumentando la presión arterial.

La polución aumenta en un 6% las probabilidades de desarrollar glaucoma

Los impulsores del estudio observaron a 111,370 participantes del estudio Biobank del Reino Unido que se sometieron a exámenes oculares entre 2006 y 2010. Después se hizo una referencia cruzada de los datos con los niveles de contaminación del aire utilizando los domicilios de los voluntarios.

Los datos fueron reveladores. Las personas en los vecindarios más contaminados tenían al menos un seis por ciento más de probabilidades de informar que tenían glaucoma que aquellos en los barrios menos contaminados. También eran significativamente más propensos a tener una retina más delgada, uno de los signos reveladores del glaucoma temprano.

El autor principal, el profesor Paul Foster, del Instituto de Oftalmología y Hospital de Ojos de Moorfields de UCL, explicó que su descubrimiento es "otra razón por la cual la contaminación del aire debe abordarse como una prioridad de salud pública. Evitar las fuentes de contaminación del aire podría valer la pena para la salud ocular junto con otros problemas de salud."

"Si bien aún no podemos confirmar que la asociación sea causal, esperamos continuar nuestra investigación para determinar si la contaminación del aire realmente causa glaucoma y descubrir si existen estrategias que puedan ayudar a las personas a reducir su exposición a la contaminación del aire", añadió Foster, que advierte: "Como en el estudio no incluimos la contaminación del aire interior y la exposición en el lugar de trabajo en nuestro análisis, el efecto real puede ser aún mayor".

Una de cada 50 personas mayores de 40 años tiene signos tempranos de glaucoma, aunque la gran mayoría no se detecta en esta etapa. Esa cifra se eleva a uno de cada 10 de los mayores de 75 años. Se espera que el número de personas afectadas aumente en los próximos años debido al envejecimiento de la población.