Detenidas dos personas en Alicante con un cargamento de 14.600 pastillas para violar

Detenidas dos personas en Alicante con un cargamento de 14.600 pastillas para violar
Informativos Telecinco
  • Se trata de un medicamento con efectos psicotrópico, hipnótico y sedante

  • Naciones Unidas incluye estas pastillas en el listad de drogas z que se usan para agresiones sexuales

  • En el mercado legal se necesita receta médica para la compra de estas pastillas

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La Guardia Civil ha detenido a dos personas y se han incautado en el aeropuerto alicantino de El Altet de más de 14.600 pastillas de zoplicona, un medicamento con efectos psicotrópico, hipnótico y sedante, conocido por anular la voluntad de quien la consume y que son susceptibles de ser usadas en delitos de índole sexual.

Los agentes detectaron el pasado mes de enero un envío, por vía aérea, de 5.640 pastillas de zoplicona, desde Torrevieja a Irlanda y detuvieron a quien lo llevaba: una ciudadana irlandesa de 62 años afincada en Torrevieja. Eso permitió abrir una investigación y atrapar, en el mismo lugar, pero el pasado 22 de mayo, a un británico de 47 años, igualmente residente en Torrevieja, con otras 9.150 pastillas de zoplicona.

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La zoplicaona es una sustencia psicotrópica que se encuentra dentro de las benzodiazepinas ansiolíticas que, según la Agencia Española del Medicamento y Productyo Sanitario (AEMPS), necesitan de prescripción médica para su dispensación, por lo que al ser adquiridas fuera del sistema del canal legal de distribución, sin receta médica y sin control alguno, es decir, administrados y dosficiados por personas ajenas al mundo sanitario y sin capacitación académica ni legal supone una grave riesgo para la salud de las personas.

En este mismo sentido, la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), en sus directrices de junio de 2013 para el análisis forense de sustancias que facilitan la agresión sexual y otros actos delictivos, incluye la zoplicona dentro del listado de drogas z, es decir, hipnóticas, susceptibles de ser utilizadas en la comisión de delitos de índoles sexuales (agresiones y abusos sexuales) es decir, usadas para anular la voluntad de las personas.