Tracy Brabin, diputada laboralista británica, fue el centro de la polémica hace unas semanas en una sesión del Parlamento por su vestuario. Recibió cientos de comentarios machistas sobre su elección, un vestido que dejaba un hombro al descubierto.
Entre los comentarios sexistas, muchos usuarios de las redes sociales comentaban que era una "buscona", "putón", o que parecía que "estaba de resaca". La diputada ha aprovechado este desagradable suceso para exponer la dura realidad a la que las mujeres se siguen enfrentando en su día a día: "todo esto responde a una artimaña para silenciar y controlar a las mujeres por lo que llevan puesto."
Pero en vez de quedarse de brazos cruzados, Brabin decidió utilizar la situación para una buena obra: subastó su polémico vestido, que le costó 35 euros, para la ONG de Girlguiding UK, la organización juvenil más grande del Reino Unido, que se dedica a mejorar las oportunidades de niñas y mujeres. Para su sorpresa logró recaudar 20.200 libras (unos 24000 euros), y ha agradecido a todos los participantes por ayudar a cambiar la vida de muchas jóvenes que lo necesitan.