La mujer pensaba que su pareja le estaba siendo infiel, por lo que pensó que la mejor venganza que podría tener era la de asesinarle. Por ello, la estadounidense disparó hasta siete veces al que era su pareja, aunque este consiguió sobrevivir. Tres de esos disparos fueron a sus genitales.
La detenida por el intento de asesinato aseguró a la policía que disparó en los genitales del novio, uno al pene y dos al escroto, porque sospechaba que tenía un romance, según informa Daily Mail.
Según aseguró Delia a la policía, el hombre estaba durmiendo en una silla cuando se despertó porque oyó un sonido similar al de fuegos artificiales. Pero al despertarse notó un terrible dolor en la entrepierna, debido a los disparos que había recibido.
En un principio, Delia afirmó desconocer la manera en la que se habían producido esos disparos, aunque más tarde reconoció a la policía que había sido ella misma la autora de los hechos al sospechar de la infidelidad.
El novio reconoció a la policía que no estaba manteniendo ningún romance con otra chica y que desconocía el motivo por el que su hasta entonces pareja le disparó. Incluso reconoció que desconocía que Delia pudiese saber disparar un arma.
Cuando la policía registró la casa en la que ambos residían, y en la que se habían producido los disparos, encontraron un revólver debajo de la silla en la que el hombre había estado durmiendo cuando le dispararon. Además encontrar más tarde el recibo de compra del arma, que se produjo 10 días antes del incidente.
Delia pasó a disposición judicial y fue ingresada en la cárcel del condado de Maricopa, con una fianza de 750.000 dólares. Se enfrenta a una pena por intento de asesinato en primer grado y agresión agravada con un arma mortal.