Dónde hay que llevar puesta la mascarilla a partir del 26 de junio

  • A partir del 26 de junio el uso de mascarillas en exterior no será obligatorio

  • Será necesario modificar o redactar una nueva ley de "nueva normalidad"

  • Está previsto que Sanidad y CCAA analicen la normativa el 24 de junio

El 26 de junio ya no será obligatorio el uso de mascarillas en el exterior, una medida decretada inicialmente en mayo de 2020 si no era posible mantener una distancia mínima de dos metros para contener el coronavirus. Según pasaron los días, comunidades y Gobierno fueron endureciendo esta medida para imponer su uso incluso si se respetaban los 1,5 metros de seguridad ante el repunte de contagios de covid-19.

"Este será el último fin de semana con mascarillas en los exteriores porque el próximo 26 de junio ya no las llevaremos en espacios libres", dijo el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, el viernes. Anunciaba así que la próxima semana habrá un Consejo de Ministros extraordinario en el que se decidirá que la mascarilla deje de ser obligatoria en espacios al aire libre. "Nuestras calles, nuestros rostros, empezarán a recuperar en los próximos días su aspecto normal", dijo.

La nueva ley que pone fin al uso de mascarillas en exteriores

Después de trece meses con mascarillas al aire libre y tras anuncio de Pedro Sánchez, será necesario modificar o redactar una nueva ley de "nueva normalidad" que ponga fin al uso de mascarillas en exteriores. Se prevé que Sanidad y las comunidades lo analicen un día antes de que el jueves se reúna el Consejo de Ministros extraordinario, es decir, el miércoles 24 de junio.

No obstante, no hay más datos sobre esta reforma normativa más allá de lo señalado por el presidente del Ejecutivo. Se desconoce si habrá o no excepciones a la norma tal y como ya ocurrió en 2020.

De hecho, ya hay expertos que exigen que la medida tenga matices para que siga siendo obligatoria en aglomeraciones, actos masivos y siempre que no se cumpla la distancia de seguridad.

Lo único que parece claro es que a partir del 26 de junio, como en muchos otros países europeos el uso de la mascarilla en exteriores no será tal y como lo hemos vivido durante estos meses y que para quitarnoslas en interiores habrá que esperar aún. Por tanto, aquí, y ante lo que se sabe, continuará siendo obligatoria, por lo que será necesario tenerla a mano.

Por su parte, la ministra de Sanidad, Carolina Darias, se ha limitado a señalar que será una iniciativa "acorde al marco legal y de manera coordinada con las comunidades autónomas", aunque algunas CCAA ya han mostrado su desacuerdo

Obligatoria desde el 21 de mayo de 2020

La mascarilla se impuso hace ya más de un año. Tras varios meses de debate sobre si el uso de las mascarillas debía de ser generalizado u opcional para evitar los contagios, el 21 de mayo de 2020 fue el primer día en el que los mayores de seis años se vieron obligados a utilizarlas en todos los espacios públicos -abiertos o cerrados- cuando fuera imposible mantener una distancia de seguridad de dos metros.

Así lo estableció una orden del Ministerio de Sanidad, que excluía de esta obligación a personas cuyo uso estuviera contraindicado por motivos de salud o a los que salieran a correr o montar en bicicleta. Eximía también de su uso en actividades incompatibles con su utilización, como la ingesta de alimentos y bebidas, y en circunstancias en las que exista una causa de fuerza mayor o situación de necesidad.

Esta norma iba a perder su vigencia al finalizar el primer estado de alarma el 21 de junio del 2020, pero el real decreto de "nueva normalidad", aprobado unas semanas antes, volvió a imponer el uso de la mascarilla al aire libre, aunque redujo la distancia de seguridad a 1,5 metros.

Pero el repunte de contagios en el verano llevó a las comunidades a imponerla en sus territorios, incluso en situaciones en las que se pudiera mantener la distancia social. Cataluña, Baleares y Extremadura fueron las primeras en hacerlo a principios de julio.

El decreto de nueva normalidad, convertido en proyecto de ley, tuvo una larguísima tramitación parlamentaria que acabó el pasado 30 de marzo con su publicación en el BOE.

En pleno segundo estado de alarma, esa ley de "nueva normalidad", que establecía la obligatoriedad del uso de las mascarillas aún manteniendo la distancia de seguridad de 1,5 metros, en el campo o en las playas, levantó las protestas de varias comunidades, que consideraban que había que aclarar "las excepciones" en su aplicación.

Sanidad tuvo entonces que "modular" la utilización de la mascarilla, que pasó a ser obligatoria en las playas cuando se esté paseando o en situaciones en que no haya distancia de seguridad, pero excluyó su uso durante el baño, la práctica de deporte o en los periodos de descanso en un lugar fijo, tanto en el mar como en piscinas y otros espacios acuáticos.