El estudio indica que a partir de los 31 años, empezamos a preferir otro tipo de planes, anteponemos una cena o un cine a una fiesta en una discoteca. Varios encuestados afirman que se sienten mayores para ir a discotecas. Esto influye también porque la música que suelen poner en estos locales no es del gusto de los que ya pasan la treintena.
Preferir otros planes a salir de fiesta no es sinónimo de ser aburrido o viejo. Todo lo contrario, el hecho de no trasnochar hace que madruguemos y disfrutemos más del día, haciendo otros planes distintos, ya sean rutas, viajar, ejercicio o ir de comida con los amigos, hace que los encuestados se sientan más jóvenes que cuando tenían 20 años y estaban todos los fines de semana en fiestas.
El tiempo influye mucho en las salidas nocturnas. Durante los meses más fríos, es cuando nos apetecen más los planes caseros, como cenas, sesiones de cine, la lectura o planear viajes. Los encuestados confirman que durante el invierno prefieren estar en casa o que en caso de hacer planes sociales, optan por ir al cine, al teatro o a la ópera. Estos planes se reducen considerablemente cuando empieza la primavera y el verano.
Durante el verano cambiamos los planes caseros, por las salidas, Pero a partir de los 35 estas salidas dejan de centrarse en fiestas y pasan más a planes tranquilos como cenas, barbacoas o pasear por la noche, disfrutando de la brisa.
Entre los jóvenes da igual la época del año en la que estemos, ellos prefieren siempre salir de fiesta. La mayoría de los encuestados han dicho que, para ellos no existe un buen plan si no se termina la noche en una discoteca. Los festivales son los destinos preferidos por los jóvenes durante el verano.