Operan a un feto de 20 semanas de una malformación congénita y sobrevive

INFORMATIVOS TELECINCO 08/08/2012 07:00

Thomas fue diagnosticado de hernia diafragmática congénita (HDC), un agujero en el diafragma que provoca que los órganos de otras partes del cuerpo se desplacen hacia la cavidad torácica, e impide que los pulmones se formen correctamente.

Los médicos habían advertido a los padres preparándolos para lo peor. En abril de 2011, tras un chequeo de rutina encontraron que el bebé que Lucy Hay, de 37 años traía en su vientre sufría de una grave enfermedad respiratoria.

Tomás tenía una probabilidad del 50 % de supervivencia y les contaron que tenían dos opciones: la interrupción del embarazo o seguir a término y esperar a ver cómo evolucionaba.

La pareja galesa, de Llandudno, Conwy, que tienen otros tres hijos, aseguran que no contemplaron la interrupción, pero tampoco quedarse de brazos cruzados.

En su desesperación, los padres buscaron en Internet y descubrieron un procedimiento pionero que podría darle una oportunidad a su hijo, según publicó la historia el 'Daily Mail'.

La operación que se realiza en el útero, se denomina oclusión traqueal fetoscópica (FETO) y la hace un solo cirujano en Gran Bretaña, el doctor Kypros Nicolaides.

La intervención consiste en la inserción de un pequeño globo en la tráquea del bebé por medio de cirugía mínimamente invasiva. Una vez inflado el líquido se acumula en los pulmones del bebé obligando a los pulmones a crecer.

Los esperanzados padres llegaron al Kings College Hospital de Londres y la primera consulta fue como recibir un jarro de agua fría cuando el médico les dijo que las posibilidades de supervivencia del pequeño eran de solo un 5% debido al tamaño de sus pulmones.

"El equipo del Kings College Hospital de nunca había conocido a un bebé vivo con una hernia diafragmática en estado tan avanzado", contó la madre de Thomas.

El médico Kypros Nicolaides tampoco fue muy optimista y advirtió a los padres que habían tres opciones: la interrupción del embarazo, continuar a término y luego planificar un funeral o someterse a la cirugía pionera para tratar de aumentar las posibilidades de superviviencia del bebé en caso de que soportara la operación.

Los padres decidieron la vía de la operación con 24 semanas de embarazo y el riesgo de un aborto involuntario poco después de la cirugía.

El cirujano accedió al feto a través del estómago para llegar al útero y dentro del saco amniótico. Se le introdujo un globo por la boca al bebé, por su garganta y en la tráquea, que se insertó para bloquear completamente la tráquea y obligar a sus pulmones a crecer.

Un par de semanas después, la madre rompió aguas, aunque los médicos la hicieron esperar hasta la semana 37 para inducirle el parto.

Thomas nació el 12 de agosto e inmediatamente después los médicos lo entubaron a través de la boca y hasta la tráquea para facilitarle la respiración.

Diez horas después fue sometido a otra operación para fijarle la hernia diafragmática, para ellos los médicos tuvieron que remover su estómago, el hígado y el intestino.

El pequeño se recuperó bien y después de sufrir varias infecciones hospitalarias, complicaciones graves y otras menos, Thomas llegó a su casa por primera vez en octubre de 2011.