Un español presidirá la IUPAC, la organización internacional química más importante del mundo

Javier García, especialista en nanotecnología molecular de 46 años, se convertirá en el presidente más joven de la IUPAC
El científico español acaba de vender la empresa que creó a los 23 años en EEUU y ahora da clases en la universidad
ValenciaDescubrió la química siendo un niño. "Compraba productos en la droguería del barrio y hacía mezclas en casa, hasta que mis padres me regalaron el Quimicefa, cuenta Javier García, de 46 años, el primer español nombrado presidente de la Unión Internacional de Química Pura y Aplicada (IUPAC). Un cargo que ocupará durante el bienio 2022-2023.
Se convertirá así en el presidente más joven en los 100 años de historia de esta asociación. "Es un orgullo y un gran reconocimiento que tus propios compañeros te elijan para dirigir este organismo, el más importante del mundo en química", admite a NIUS.
¿Qué es la IUPAC?
"A principios de siglo era imposible entenderse, los diferentes elementos químicos tenían un nombre distinto dependiendo del país o los propios científicos", explica García. Fue el químico ruso Dimitri Mendeleyev, en 1969, el primero que propuso una Tabla Periódica de Elementos. Y fue la IUPAC la que creó un lenguaje común universal para que todo el mundo entendiese la química igual. Precisamente este 2019 se ha declarado el Año Internacional de la Tabla Periódica.
La labor internacional de esta organización sigue avanzando. Su próximo reto: aplicar la inteligencia artificial y las matemáticas a la química. "En la actualidad se producen una gran cantidad de estudios en el mundo y es imposible que el ser humano pueda interpretar toda esa información", afirma García. "Por eso, el objetivo es crear un lenguaje común que puedan identificar las máquinas, para que entiendan la química y elaboren patrones y tendencias que generen nuevos conocimientos".
Todo es química
“Nosotros somos química, todo lo que vemos en el universo está formado por los 118 elementos de la tabla periódica, ni uno más ni uno menos”, afirma Javier García. Y la química está detrás de los grandes avances de la humanidad:
- La cloración del agua salva cada año millones de vidas en el mundo, combatiendo enfermedades como el cólera o la diarrea.
- Los fertilizantes artificiales han permitido que podamos producir masivamente alimentos para dar de comer a millones de personas.
- En definitiva, "la química ha incrementado la longevidad y la calidad de vida de la humanidad con el desarrollo también de medicamentos como la penicilina o los antibióticos", recuerda García.
Soluciones al cambio climático
Uno de los grandes retos de la humanidad en los próximos años es la lucha contra el cambio climático. La solución la podemos encontrar en la química, explica García. "La excesiva producción de CO2 es un gran problema. Estamos trabajando para poder transformarlo a través de la energía solar en un combustible limpio".
Un proceso similar al que realizan las plantas con las fotosíntesis, que transforman el CO2 en alimento, gracias a la energía solar.
"El descubrimiento de nuevas fuentes de energía como el hidrógeno, las celdas solares o cualquier alternativa a los hidrocarburos es fundamental para el futuro de la humanidad".
El emprendimiento transformará el mundo
La industria química supone en España el 13% del PIB. Para que siga creciendo la industria y aportar valor a la sociedad, "los científicos deben asumir el riesgo de emprender, de crear sus propias empresas, para que sus descubrimientos lleguen antes a la sociedad. Los emprendedores serán los grandes transformadores del siglo XXI", asegura Javier García, que reclama el apoyo de las administraciones y la unificación de esfuerzos para lograrlo.
Su historia es la de un científico y emprendedor de éxito
Hace un año Javier vendió su compañía, Rive Technology. La fundó en 2006 en Estados Unidos, a donde llegó con apenas 23 años. Allí desarrolló una nueva tecnología molecular que aplicó a la fabricación de catalizadores para mejorar la eficacia en la producción de carburantes más respetuosos con el medio ambiente. "Después de mucho trabajo he vendido mi empresa a una gran multinacional y ahora tengo tiempo y ganas de dedicarme a una organización como la IUPAC", asegura.
Una labor que compagina con su puesto como catedrático de Química Inorgánica en la Universidad de Alicante, donde se dedica a la investigación en nanotecnología molecular, y a su otra gran pasión, la docencia. "Cada vez hay menos jóvenes que se interesan por la química y tenemos que fomentar las vocaciones en ciencias puras".
