Un estudio desvela lo que nos vuelve locos al volante

telecinco.es 14/09/2018 16:44

El estudio 'La agresividad en la conducción: Una visión a partir de las investigaciones internacionales' realizado por varios autores y con la colaboración del Instituto Universitario de Tráfico y Seguridad Vial ha investigado las causas por las que somos agresivos al volante, y cuál es el perfil del conductor violento. A los premios antinobel les ha parecido un estudio sorprendente y exagerado.

Una de las causas de algunas conductas temerarias al volante es la aceptación social de los conductores. No hacer debidamente un stop o acelerar ante un semáforo es ámbar son algunos de los ejemplos. El estrés y la personalidad de los conductores son otros de los factores que afectan de la agresividad en la carretera. Algunos de los rasgos de personalidad que influyen en la agresividad son el temperamento, la impulsividad o la ansiedad, entre otras.

En la carretera hay lucha de poder

La conducta agresiva al volante también se asocia a una conducción que se realiza bajo la influencia de las emociones y el estado de ánimo de la persona en el momento que coge el coche. Algunos autores han establecido varias categorías de agresividad y sus causas, siendo la primera por impaciencia y falta de atención, la segunda la "lucha de poder" en la carretera, y la última por riesgos o el "road rage". Este concepto se refiere a agresiones más extremas en el tráfico, que va desde conducir bajo el consumo de alcohol o drogas hasta la violencia física.

Dentro de la agresividad en la conducción se distinguen varios tipos, desde la agresión verbal hasta la física. Las acciones más comunes son insultar desde el vehículo a otros conductores, circular a alta velocidad, ignorar algunas normas y señales de tráfico, y tocar el claxon.

Los jóvenes son más agresivos

En lo relativo a la edad, la conducción más agresiva es gran problema para los adolescentes. Anne McCartt demostró en una investigación que el 24% de las personas de edades comprendidas entre 16 y 24 años dicen que algunas ocasiones o la mayoría de las veces conducen de modo agresivo. Sin embargo, este porcentaje se reduce hasta el 11% en personas de edades comprendidas entre los 45 y 54 años.

Los más jóvenes reconocen tener comportamientos agresivos como cambios bruscos de carril o dar con las luces a otros coches. Por otra parte, los jóvenes reaccionan mucho más a la hostilidad de otros conductores que los que tienen mayor edad. Algunos autores afirman que esta agresividad incrementa con la edad, desde los 14 hasta los 39 años. Pero a partir de los 40 se produce una reducción.

Diferencia en el género

En cuanto al género, no se encuentran diferencias existentes en al agresión física entre hombres y mujeres, a pesar de que los varones son más agresivos, como muestran otros estudios ya que, tienen más probabilidad de acabar pegándose con otros conductores. Los hombres tienen una tasa de accidentes mayor que las mujeres y de mayor gravedad.

En relación con los kilómetros recorridos, entre las mujeres la cantidad de ira aumenta con la conducción temeraria cuanto más distancia han recorrido. Sin embargo, esta relación no pasa con los hombres. Como conclusión se saca que el perfil del conductor más agresivo, que tiene más accidentes y un estilo de conducta más violenta, es el del hombre joven.

Y estudiar sobre los gritos en la conducción gana un... ig Nobel

El Instituto Universitario de Tráfico y Seguridad Vial (Intras) ha sido precisamente galardonado con el Ig Nobel de la Paz, la parodia estadounidense de los Nobel que reconoce las investigaciones más "disparatadas", por un estudio sobre la "frecuencia, motivación y efectos de gritar e insultar al conducir un automóvil".

Los premios, que otorga la revista "Annals of Improbable Research" (AIR) y reconocen los diez estudios científicos más absurdos, se entregaron anoche en la universidad de Harvard, y el trabajo de los investigadores españoles ha sido reconocido con el Ig Nobel de la Paz porque muestra "la guerra silenciosa en las calles", ha señalado a Efe el director del Intras, Francisco Alonso.

El director del instituto de investigación valenciano, perteneciente a la Universitat de València (UV), ha reconocido, en una conversación telefónica que el premio fue "una sorpresa" y servirá para dar mayor difusión al artículo y "generar reflexiones, que es lo que al final pretendemos los investigadores". El estudio, titulado "Shouting and Cursing while Driving: Frecuency, Reasons, preceived Risk and Punishment" ("Gritar y maldecir mientras se conduce: frecuencia, razones, riesgo y castigo", se publicó en el Journal of Sociology and Antropology en 2017, y despertó la curiosidad de los organizadores de los premios Ig Nobel.

"Les chocó que hubiéramos hecho un estudio sobre una conducta tan específica", ya que lo habitual son informes sobre los efectos del alcohol o la velocidad en la conducción, explica Alonso, quien indica que les informaron del premio hace tres meses pero tenían que mantener el secreto hasta la ceremonia de entrega.

El estudio plantea la correlación de la conducción agresiva, los gritos al volante, con los accidentes de tráfico, y recoge una encuesta según la cual el 26 % de las personas entrevistadas reconocieron que gritan o insultan durante la conducción, el 5 % lo hacen con bastante frecuencia y un 2 % lo hace siempre. "Es una conducta que al final tenemos automatizada, repercute en la alteración de nuestra conducta y puede ser el inicio de una agresión física", ha añadido Alonso.

El estudio, fruto de una de las variables que surgió en un macroproyecto anterior sobre las normas de tráfico en España, concluye asimismo que cuando se desarrolla esta conducta agresiva, de gritos, está motivada en la mayoría de casos por la reacción a otro conductor, porque no cumplen las normas o responden con conductas agresivas.

Señala también que sólo un 45 % de la personas que conducen lo hacen sin gritar y los que los hacen es porque es su forma de ser (un 24 %); el 17 % piensa que estas reacciones agresivas son una pérdida de tiempo, y el 15 % asegura que es una cuestión de hábito o educación.

El lema de los premios Ig Nobel es "primero reír y luego pensar", y por ello el director de Intras celebra que el galardón ayudará a difundir el estudio y a abrir una reflexión sobre estas conductas.

En su discurso al recibir el premio, Alonso comentó en tono jocoso que los vehículos también se utilizan para hacer el amor y que puestos a elegir es mejor optar por "los usos más beneficiosos" y no por los traumáticos, y concluyó con una metáfora en la que hizo referencia a las actitudes agresivas en la conducción y la guerra: "uno comienza a chillar y acaba agrediendo" al otro.