Los dos gallegos habían usado otros métodos tradicionales como el de quemar con un soplete los nidos de estos insectos que proliferan en los campos de media España. El sistema es caro y complicado, porque como han contado Jesús Barros y Guillermo Álvarez, a La Voz de Galicia, se necesitaba una escalera, tiempo y desandar por los humedales a la caza de los nidos de avispas.
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También probaron con las pipetas para matar garrapatas, las cazaban al vuelo y sin matarlas las impregnaban en el culillo de miel y veneno. Esperaban a que esta avispa 'envenenada' volara hasta el nido y contaminara al resto muriendo todas. Sin embargo, este método requería ser muy exactos con la cantidad de veneno aplicada para que el insecto no muriera antes de llegar al avispero.
Barros recordó que tenía una escopeta de balines hasta con mira telescópica, que podía facilitarles el trabajo. "Cogemos los balines, les colocamos una punta con algodón sobre la que vertemos la miel con el matagarrapatas y disparamos a la distancia exacta para que impacten dentro del nido", han contado estos vecinos de Goián, que ya presumen de su método.
En las últimas semanas, aseguran, ya han acabado con nueve nidos de avispas con el método de la escopeta con balines envenenados, decenas más con el sistema manual. Desde otros lugares han venido interesados en su método para aplicarlo y acabar con estas indeseables huéspedes que se alojan en entre el follaje a varios metros de altura.