Un todoterreno de la Guardia Civil bloquea una carretera secundaría en la provincia de Cádiz. Una carretera, sobre la que amontonan las cajas de tabaco. Los agentes las abren, abren los cartones, y cuentan los paquetes de tabaco de contrabando que ocupan la vía. Son miles, y no es es una actuación aislada. Las carreteras de la provincia han sido la pasada semana un ir y venir de contrabandistas, y controles de la Guardia Civil para detenerlos.
"Son personas que se dedican a bajar a distintos almacenes ocultos en la zona del Campo de Gibraltar", explica Manuel Ramírez portavoz de la Guardia Civil en Cádiz. "Allí cargan los vehículos intentando siempre que su importe no supere los 15.000 euros que marcan el límite entre la infracción administrativa y el delito de contrabando".
Los viajes son constantes. Las rutas muy conocidas por las fuerzas de seguridad, que las peinan con asiduidad. En los últimos siete días se han montado dispositivos control de verificación de personas y vehículos en muchas de ellas. De las decenas de vehículos identificados, cuatro tenían premio. Transportaban ocultos un total de 22.762 cajetillas de tabaco marca Ducal, Winston, Elixir y Chesterfield sin las correspondientes precintas fiscales reglamentarias, valoradas en 94.372 euros.
"El delito de contrabando, no sólo lo marca superar los 15.000 euros en tabaco", aclara Manuel Ramírez. Existe también cuando se lleva el tabaco oculto dentro de un doble fondo, como se suele decir en el argot `caleteado´":
Resultado: además de la incautación del tabaco, dos personas detenidas por delito de contrabando e incautación de los vehículos utilizados. También la demostración gráfica de que algunas carreteras son auténticos estancos.