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Cristina, la hermana de la chica agredida de forma brutal por un amigo en O Carballiño, ha explicado que a pesar de la gravedad de las heridas, la menor ha pasado las 72 horas más críticas. Cristina lamenta que el agresor de su hermana, de 13 años, sea inimputable. Ella es “la amiga más leal del mundo, no cree en la maldad humana”.
“Cuando me llamaron sentí algo desgarrador en el pecho”, narrado la joven que tuvo que salir a toda prisa desde Ciudad Real, donde vive hasta Galicia. Ella “es una niña muy aplicada en los estudios”, muy “introvertida” pero “volcada” con las personas de su confianza.
“Es la amiga más leal del mundo, una persona que no cree en la maldad; siempre me decía que con cariño se podía arreglar a cualquiera y yo ahora no me quito esa frase de la cabeza”, señala antes de lamentar que el agresor no tenga responsabilidad penal alguna porque solo tiene 13 años.
Por eso Cristina ha empezado a recoger firmas en Change.org para que cambie la ley del menor. “Pase lo que pase con mi hermana, ese chico no va a tener que afrontar ninguna consecuencia”, advierte en declaraciones recogidas en La Voz de Galicia. “Cualquier día esto que nos ha pasado a nosotros le pasa a otra persona” porque “qué le impide a cualquier otro niño de esta edad hacer algo parecido, cuando saben que no van a tener que afrontar consecuencias?”.
“Pedimos una reforma de la ley del menor para que ninguna persona deba vivir esto de nuevo. No queremos que ningún menor pueda aprovechar este vacío legal para destrozar una familia y quedar impune”, señala la petición. “Espero que esto llegue a algún político, y que tomen nota”, asegura Cristina.
Mientras tanto, su hermana sigue luchando por su vida en el hospital. “Se nota que ella quiere vivir”, ha dicho Cristina. A pesar de la gravedad de las heridas, la niña ha superado las primeras 72 horas, las más críticas.
La menor fue golpeada por su amigo en la cabeza con una pata de cabra. Después la niña se precipitó a la calle desde el segundo piso. No se sabe si ella, gravemente herida, perdió el equilibrio o se tiró al intentar huir de él o si él la empujó.
Los investigadores se han llevado varias pruebas de la vivienda. Entre ellas la pata de cabra y un cuchillo. Tratan de averiguar si las heridas que tiene se las hizo la víctima como él ha declarado o se autolesionó.
En cualquier caso, el menor de 13 años ha confesado el crimen por dos veces. Cuando llamó al 112 y dijo que había matado a una amiga y al ingresar en el centro de menores. Durante el examen psiquiátrico inicial dijo que “quería saber lo que se sentía”.
La Xunta ha explicado que es el juzgado de menores quien debe decidir sobre su custodia.