Rokhaya, de 42 años, se había separado de su marido y padre de sus hijos porque la maltrataba. Hace cinco años que a él le impusieron una orden de alejamiento. De nada sirvió porque este fin de semana, cuando se celebraban concentraciones en toda España contra la violencia machista en el Día Mundial por su erradicación, él la ha asesinado a puñaladas, delante de sus hijos de ocho y cuatro años.
Fue la niña de ocho años quien avisó a los vecinos. Les dijo que su padre había matado a su madre. Lo hizo de una puñalada.
Rokhaya trabajaba en la brigada de parques del Ayuntamiento. “En algún momento, los hombres y mujeres tendremos que decir basta”, ha señalado la subdelegada del Gobierno en Huesca, Isabel Blasco.
El de Rokhaya es un nuevo asesinato machista en un nefasto 2018. El Ayuntamiento de Monzón ha decretado tres días de luto.