Un hombre de 40 años acudió al juzgado de Torremolinos acusado de un delito y terminó realizando otro. Una secretaria judicial se encontraba en su despacho revisando unos papeles cuando un hombre se le acercó pero, ante la pregunta de la mujer, no respondió y se fue.
Aunque al principio no dio más importancia al suceso, poco después se dio cuenta de lo ocurrido. Al ir a coger su bolso, no lo encontró: se lo habían robado. Como recoge el medio local Diario Sur, la secretaria llevaba en el bolso una toda su documentación personal, además de 115 euros en efectivo y unas gafas de sol de la marca Ray-ban.
La rápida actuación de la mujer, avisando a las autoridades de la Guardia Civil que se encontraban en la puerta, además de a la descripción física que aportó del hombre, alto y rapado, pudieron identificar al culpable.
La secretaria judicial se dispuso a poner una denuncia por el hurto y avisó al teléfono de contacto que tenía el acusado en el registro del juzgado. Al otro lado del teléfono estaba su madre, que lamentó lo sucedido y confesó los problemas de drogodependencia que tenía su hijo, que no sabía donde se encontraba en ese momento.
Finalmente, acordó con la secretaria que acudiría al domicilio en el momento que entrara el joven para poder recuperar su bolso y sus pertenencias. El joven finalmente confesó y se produjo la devolución del bolso, pero se había gastado la mayor parte del dinero. La madre, muy afectada, trató de solucionar ella el problema pero finalmente la víctima accedió a no denunciar. El acusado finalmente fue exonerado.