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Los sindicatos de transportistas comienzan este lunes 12 de agosto una huelga general indefinida en el que destaca el parón de los transportes de combustible. El paro llega en medio del verano y cuatro meses después del anterior, que provocó problemas de abastecimiento en todo el país.
En las primeras horas de huelga, más de 450 gasolineras portuguesas se han quedado sin combustible. Además, se han registrado largas colas en los puestos de abastecimiento que siguen funcionando. En parte, esto se debe a que no se están cumpliendo con los servicios mínimos pactados, tal y como han asegurado los propios sindicatos en huelga.
El Gobierno luso fijó unos servicios mínimos del 100% para el suministro de transportes prioritarios como aeropuertos, puertos o servicios médicos, y del 50% para los ciudadanos. Sin embargo, los sindicatos se quejan de que con esta medida quieren desactivar los paros.
El Consejo de Ministros luso lleva reunido virtualmente desde primera hora de la mañana. El ejecutivo incluso estaría contemplando decretar la requisición civil de los transportistas. Esta medida legal los forzaría a comparecer bajo pena de prisión.
Tras meses de negociación, el Sindicato de Transportistas de Materiales Peligrosos y el Sindicato de Transportistas de Productos Básico Independientes decidieron el pasado sábado 10 de agosto mantener la huelga por unanimidad al grito de “Ni un paso atrás”.
“Esto ya no es un ataque a los conductores, es un ataque a la legislación”, afirmaba entonces el responsable del Sindicato de Conductores de Materiales Peligrosos, Francisco Sao Bento. Por su parte, el presidente del Sindicato de Transportistas de Productos Básicos Independientes aseguraba: “La huelga es avanzar indefinidamente”.
El Gobierno de Portugal ha declarado la situación de crisis energética hasta como mínimo el pasado 21 de agosto. Esta declaración comportará suministro pleno a puertos, hospitales y aeropuertos, pero implica también el racionamiento de combustible a los conductores privados. “Un gobierno responsable debe preparase para lo peor”, ha afirmado el primer ministro luso, Antonio Costa.
La huelga también está teniendo consecuencias en España. Algunas gasolineras españolas, sobre todo las de Huelva, están sufriendo largas colas de espera, según ha advertido la Confederación Española de Transporte de Mercancías (CETM). La organización recomienda a las empresas de transporte que operan en Portugal que circulen por sus carreteras que organicen bien sus rutas para evitar problemas.