Continúa la investigación por la muerte del bebé cuyo cuerpo fue lanzado al río Besós por su padre. El cuerpo fue localizado sin vida entre unas cañas.
El padre, de 16 años, se encuentra ingresado en un centro de menores y la madre sigue en libertad mientras se intenta esclarecer el caso. La joven aseguró no saber nada de lo que había ocurrido con el bebé al igual que el padre del niño, que la exculpó de lo ocurrido.
El resultado de la autopsia será clave para la investigación. Determinará si el pequeño, hallado tras cuatro días de intensa búsqueda, murió antes de ser lanzado al río o falleció tras ser arrojado.