El clan de La rubia de los ajos, podría bien llamarse de La rubia de las drogas, por que a eso, y no a la venta de ese elemento imprescindible en la cocina, se dedicaba esa organización asentada en Jerez de la Frontera.
Se dedicaba. Hace seis meses la Policía Nacional detectó que su actividad se había incrementado y que estaban vendiendo cocaína y hachís, no sólo en Jerez de la Frontera, donde se asentaba el clan, sino en otras localidades de la provincia. Lo siguiente fue establecer una estrecha vigilancia sobre el barrio desde el que operaban, y reunir información sobre el papel de cada uno de ellos y los inmuebles que utilizaban.
Y ¡bingo!. El 19 de marzo, la policía se desplegaba alrededor de 14 inmuebles de las zonas sur y oeste de Jerez. En sus manos las órdenes de registro correspondiente. El resultado de la llamada operación Caja: 17 detenidos, 18 kilos de cocaína de gran pureza, 135 kilos de pasta de hachís además de 3,065 kilos de sustancias químicas de corte. También útiles destinados al manipulado, distribución y venta de la droga como diez balanzas de precisión, dos ordenadores portátiles y 17 teléfonos móviles.
Y cómo no, dinero. 66.000 euros en efectivo. El clan de la rubia que vendía de todo menos ajos ya está a disposición judicial. Para 9 de los 17 detenidos se ha dictado orden de ingreso en prisión.