"Estaba echando unas ramas al fuego y vi que Julen corría por la zanja hacia la esquina donde estaba el pozo, Yo estaba a 10 o 15 metros y corrí tras él para cogerlo pero vi como caía por el agujero. Le escuché llorar unos 30 segundos y quité todas las piedras que había alrededor para que no cayera nada dentro mientras le hablaba para tranquilizarlo", asegura el padre de Julen.
La prima de la madre de Julen, pareja del propietario, lo perdió de vista. "Yo estaba junto a mi hija y Julen se encontraba a un par de metros. De repente, desapareció. Entonces, corrí a buscarlo y vi el agujero del pozo. Escuché el sonido de la caída del niño".
La madre de Julen ni siquiera observó la escena. "Yo estaba llamando a mi trabajo cuando escuché los gritos y vi que todos se dirigían al pozo. Al asomarme a la boca Julen lloraba. Cuando dejé de escucharlo, empecé a chillar desesperada".
El dueño de la finca estaba preparando la comida: "Yo escuché al padre del pequeño gritar ¡Julen! Cuando me asomé, observé cómo los dos bloques de hormigón que tapaban el pozo se habían desplazado y se veía el agujero, aunque no escuché al crío".
Antes del accidente, David, el propietario les aseguró que había tapado el pozo.