Miles de personas trataron anoche de darse otros placeres, en este caso visuales. Trataron de ver esas preciadas 'Lágrimas de San Lorenzo', esa lluvia de estrellas que siempre va acompañada de buenos deseos. Para asegurarse una buena visión, no dudaron en abrigarse y subir hasta estaciones de montaña para ver el espectáculo, como en Sierra Nevada. Colas por coger sitio en el telecabina. A muchos les faltan solo los esquíes. Esta vez en Sierra Nevada el destino no es la nieve, sino ver lo más cerca posible las 'Lágrimas de San Lorenzo'. Esta lluvia de estrellas fugaces son parte del polvo de los meteoros que se va quemando a una velocidad de vértigo. A 4 grados hay que ir bien abrigados y, por supuesto, no han faltado los deseos.