La madre de Julen: “Escuché llorar a mi hijo. Cuando dejé de escucharlo, empecé a gritar desesperada”

Informativos Telecinco 30/01/2019 11:21

“Ni siquiera vi lo que pasó. Estaba llamando a mi trabajo cuando oí los gritos y vi que todos se iban al pozo. Me asomé a la boca del pozo y escuché llorar a mi hijo. Cuando dejé de escucharlo, empecé a gritar desesperada”, es lo que ha contado Vicky la madre de Julen a la Guardia Civil, una declaración a la que ha tenido acceso El Programa de Ana Rosa.

El padre, Jose, si vio cómo pasaba todo. “Estaba echando unas ramas al fuego y vi como mi hijo corría por una zanja hacia la esquina donde estaba el pozo. Estaba a 10 o 15 metros, salí corriendo para cogerle pero no llegué y vi cómo se cayó por el pozo”, reza en su declaración ante la Guardia Civil.

“Escuché llorar a mi hijo dentro del pozo, por lo que quité todas las piedras que había alrededor del pozo y llamé a mi hijo, al que estuve escuchando llorar durante 30 segundos. Mientras le hablaba para tranquilizarle”, explica.

“Junto a la boca había dos bloques de hormigón separados y en el medio quedaba el agujero. Sabía que el pozo estaba allí, David me lo había dicho pero que estaba tapado por los dos bloques”, asegura Jose Roselló.

Los agentes ya han tomado declaración a toda la familia de Julen y a todos los que intervinieron en las obras que encargó el dueño de la finca. Ahora es el turno de la juez, que ya tiene sobre la mesa los informes de los agentes de la policía judicial. La titular del juzgado número nueve de Málaga ya ha tomado declaración a algunos testigos, entre ellos el ayudante del pocero. Hoy está previsto que pase por el juzgado Antonio, el pocero, y David, dueño del terrreno y familiar del Julen.

El pocero asegura que David, el dueño de la finca, le dijo que tenía los permisos. El hombre siempre ha mantenido ante los investigadores que el tapó el pozo. De hecho hizo otras dos catas en la finca, que si estaban cerradas cuando ocurrió el accidente.

Una de las hipótesis que se barajan es que la piedra que se supone que puso el pocero se moviera cuando se hicieron obras para la construcción de una casa, también ilegal, en la finca. Hoy se ha sabido que el padre de Julen contó a la Guardia Civil que el dueño del terreno le dijo que el pozo estaba tapado con dos ladrillos de hormigón.

El pocero siempre ha mantenido que cuando llegó al lugar el día que cayó Julen se dio cuenta de que había una zanja y que habían rebajado el terreno con una excavadora.

La jueza de instrucción de Malaga deberá determinar si la muerte de Julen es un homicidio por imprudencia, penado con hasta cuatro años de cárcel, y quien es el responsable o responsables.