Miedo al agua y al aire en Zaldibar: "Tengo un bebé de 15 días y no he salido de casa"

  • "Tuve un bebé hace 15 días y no salgo de casa"

  • "No me convencen, muchas palabras y pocos hechos"

  • Los vecinos temen al agua y la contaminación

En medio de un evidente clima de tensión continúan los trabajos en la zona del vertedero de Zaldibar. Las tareas de búsqueda de los dos trabajadores desaparecidos se realizan a marchas forzadas. Ya han pasado 13 días desde el trágico derrumbe que los dejó sepultados por toneladas de escombros y residuos. La crisis ha obligado al lehendakari a dar explicaciones y a reconocer que se han podido cometer errores en la gestión de esta tragedia.

Los habitantes de las zonas afectadas tienen miedo al agua y al aire. Ven cómo a sus hijos se les ponen los ojos rojos, les pica la garganta. Temen que no se les esté contando toda la verdad. En la asamblea informativa de Ermua se escucharon preguntas incómodos. Dudas y reproches que reflejaban la enorme preocupación que existe en las localidades cercanas al vertedero de Zaldíbar. Hasta 200 vecinos tuvieron que quedarse fuera y seguir la asamblea desde una pantalla en la calle dónde se desplegó, además, una pancarta que mostraba el temor de la población.

Los expertos mandan mensajes tranquilizadores. Ernesto Martínez de Cabrero, director de la Agencia vasca del Agua URA es uno de ellos e insiste en que “el agua de consumo está como siempre, en excelentes condiciones”, pero los vecinos tienen miedo, se sienten engañados, “desde que comenzó el problema solo bebo agua de botella” declara uno de los afectados. Y es la voz de muchos. La compra de botellas envasadas se dispara.

Tampoco nadie se fía del aire que respira.“No me han convencido de nada, mucha palabra pero pocos hechos” comenta una vecina. La alarma de contaminación se ha activado hasta en la Escuela de Ingeniería de Eibar: recomiendan no acudir ni embarazadas ni mujeres lactantes, “Me iré unos días fuera” dice una”, “mi bebé tiene 15 días y solo salgo de casa para ir al médico” dice otra. Y son solo algunos de los testimonios de las madres que han dado a luz en este último mes en la ciudad.

Además, continúa la preocupación en la zona por la posible contaminación. La novedad es que el incendio ha quedado extinguido, aunque eso parece que no tranquiliza del todo a los vecinos. Por mucho que se recojan muestras a diario en Ermua y por más que los parámetros no asusten, los vecinos siguen sin fiarse.

Con el incendio ya extinguido las familias de las víctimas recuerdan con flores a la entrada del vertedero que Alberto y Joaquín siguen desaparecidos.